La Constitución de Japón separa Estado y religión. Un grupo de aproximadamente 120 personas considera que el uso de fondos públicos para financiar los rituales para celebrar la entronización del nuevo emperador de Japón viola la Constitución.
Por ello, tiene previsto presentar una demanda ante el Tribunal de Distrito de Tokio el próximo mes, informó Kyodo.
El gobierno de Japón planea celebrar la ceremonia de entronización de Naruhito como un acto de Estado el 22 de octubre de 2019, y el daijosai, un ritual sintoísta en el que se realiza una ofrenda a los antepasados divinos del emperador, entre el 14 y 15 de noviembre.
Los futuros demandantes, entre quienes figuran miembros de grupos cristianos y monjes budistas, sostienen que las ceremonias son claramente religiosas puesto que utilizan los tres emblemas sagrados de la familia imperial y se adhieren a las formas del Shinto imperial.
La demanda sería la primera en ser presentada contra la ascensión de Naruhito, pero similares acciones legales contra el Estado se tomaron cuando Akihito fue entronizado en 1990.
Todas las demandas presentadas contra los ritos de entronización de Akihito fueron rechazadas por los tribunales. Sin embargo, el Tribunal Superior de Osaka dictaminó en 1995 que no se podía negar la sospecha de que las ceremonias violaban el principio constitucional de separación de religión y Estado.
En esa línea, Koichi Yokota, experto en la Constitución y profesor de la Universidad de Kyushu, declaró a Kyodo: «La ceremonia de entronización en sí misma tiene numerosos problemas desde el punto de vista del principio constitucional de separación de religión y Estado».
Sin embargo, ve difícil que la demanda prospere porque las anteriores fueron desestimadas.
Por su parte, Isao Tokoro, profesor de la Universidad Kyoto Sangyo especializado en la historia de las leyes japonesas, dijo que la financiación de las ceremonias es constitucional y que se decidió después de un debate exhaustivo realizado con motivo de la entronización de Akihito.
Tokoro señaló que la propia Constitución nipona establece la herencia del trono imperial. “Creo que Japón debe celebrar una ceremonia y un ritual para transmitir ese estatus y papel especial de una manera majestuosa», declaró.
Los rituales son anteriores a la guerra, es decir, antes de que se aprobara la actual Constitución de Japón. (International Press)
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