Desde que ascendió al trono en 1989, el emperador Akihito jamás ha visitado el controvertido santuario de Yasukuni, símbolo del pasado militarista de Japón.
El emperador ha molestado a los derechistas de su país al reconocer que Japón infligió «grandes sufrimientos» durante la guerra, según AFP.
Entre sus detractores figura el sacerdote principal de Yasukuni, quien según una revista usó un «lenguaje altamente inapropiado» para criticar al emperador.
La revista semanal Shukan Post reveló que el sumo sacerdote Kunio Kohori (68) dijo durante una reunión a puerta cerrada en junio que «el emperador está tratando de destruir el santuario de Yasukuni».
Kohori afirmó que las viajes de Akihito al extranjero para presentar sus respetos a los muertos durante la guerra debilitan a Yasukuni.
El sacerdote también se refirió al príncipe heredero Naruhito y su esposa Masako, quienes, como futuros emperadores, probablemente tampoco visitarán Yasukuni, según Kohori. Masako, dijo el sacerdote, “odia” la religión sintoísta.
Tras hacerse públicos sus comentarios contra Akihito, Kohori presentará su renuncia como máximo sacerdote de Yasukuni. El hombre fue a la Agencia de la Casa Imperial para disculparse y anunciar su intención de apartarse del cargo. Su sucesor será elegido a finales de mes. (International Press)
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