Viendo la foto, nadie diría que Keiko Fujimori ha sido detenida por la policía. Sonríe ella, sonríen las dos policías que la flanquean. La imagen fue tomada el día miércoles, cuando la noticia de la detención preliminar de la lideresa de la oposición remeció al Perú.
La foto circuló por redes sociales el jueves y obligó a intervenir al gobierno de Perú, que a través del Ministerio del Interior anunció que la Policía Nacional tomará las “medidas correspondientes” con respecto a “la conducta de dos policías que aparecen en una foto con una persona conducida a una diligencia judicial”.
La Policía Nacional calificó como grave el hecho, y dijo que viola los protocolos establecidos y afecta su imagen institucional.
Un día después de que Fujimori fuera detenida por presunto lavado de activos, como lideresa de una supuesta organización criminal que recibió aportes de la empresa brasileña Odebrecht para la campaña electoral del 2011, el presidente de Perú, Martín Vizcarra, se pronunció sobre el tema.
Vizcarra subrayó que la orden de detención compete únicamente al órgano de justicia. «Es una responsabilidad exclusiva del Poder Judicial, del sistema de administración de justicia, de ellos depende. Nosotros como Poder Ejecutivo estamos absolutamente al margen de esa decisión», dijo.
El presidente declaró que puede opinar que las detenciones preliminares o prisiones preventivas no son aconsejables o que los juicios deberían agilizarse para que los fallos no demoren y la justicia sea rápida, “pero esa es simplemente una opinión, porque a quien corresponde tomar la decisión es al Poder Judicial y la ha tomado”.
“Vemos que esta decisión (la detención de Fujimori) puede ser controversial, pero corresponde al Poder Judicial en absoluto», concluyó. (International Press)
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