En 2014, los okinawenses eligieron a Takeshi Onaga, enemigo de la reubicación de una base militar de Estados Unidos en Okinawa, como su gobernador. Cuatro años después, Okinawa ha elegido como nuevo gobernador a Denny Tamaki, también opositor al plan de traslado de la base.
En dos elecciones consecutivas, los okinawenses han expresado su rechazo al plan. Los nuevos resultados, que ratifican la posición de la ciudadanía sobre el tema, debe motivar una seria reflexión por parte del gobierno de Japón, advierte Mainichi Shimbun.
El diario japonés hace hincapié en que el gobierno del primer ministro de Japón, Shinzo Abe, “ha desafiado durante años la voluntad de los okinawenses” para forzar el traslado de la base de Futenma de la ciudad de Ginowan a la de Nago. La población quiere que la instalación militar sea reubicada fuera de la prefectura.
El gobierno de Japón, sin embargo, insiste en que la única opción a Ginowan es Nago.
Muchos japoneses, apunta Mainichi, consideran que la presencia militar de Estados Unidos en Japón es la piedra angular de la seguridad nacional del país.
El problema es la desproporción entre la carga que debe soportar Okinawa y el resto de Japón. Okinawa representa menos del 1 % del territorio nipón, pero alberga la mayoría de bases militares.
Si bien la democracia se sostiene en la mayoría, eso no implica pasar por encima de las minorías. Mainichi sostiene que no es democrático que una mayoría abrumadora en el resto de Japón obligue a las minorías en Okinawa a padecer las dificultades que acarrea la presencia de las bases.
“El gobierno central ahora tiene que comenzar un diálogo sincero con el gobierno de la prefectura sobre cómo resolver el conflicto sobre la reubicación de la base”, remarca.
Y eso pasa, por ejemplo, por estar a la altura de las circunstancias y no repetir errores del pasado, según Mainichi, que recuerda que cuando Onaga asumió el cargo de gobernador, “Abe y el jefe de gabinete, Yoshihide Suga, se negaron a verlo durante cuatro largos meses. Si ellos repiten ese comportamiento inmaduro con el nuevo gobernador Tamaki, la tensión entre los gobiernos central y prefectural solo empeorará”. (International Press)
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