«El espacio tiene el poder de atraer a la gente», dice Shuji Ogawa, presidente de la compañía PD AeroSpace, con sede en Nagoya.
Apelando a ese poder de atracción, la compañía japonesa se ha embarcado en una ambiciosa aventura: desarrollar una nave espacial con forma de avión para llevar a gente al espacio, revela Kyodo.
La nave volará hasta una altura de 110 kilómetros y transportará a seis pasajeros y dos pilotos. Cada cliente deberá pagar 17 millones de yenes (153.000 dólares) por el viaje.
La nave espacial cambiará su modo de combustión a una altitud de 15 km para ascender aún más. Los pasajeros disfrutarán de una experiencia de casi ingravidez durante unos cinco minutos mientras miran hacia la Tierra.
La meta es poner a la nave a volar en 2023.
El vehículo será reutilizable para reducir costos en comparación con el uso de cohetes no reutilizables.
En una planta en la prefectura de Aichi, once personas trabajan para probar un vehículo no tripulado a una altitud de 100 kilómetros.
Ogawa espera “abrir una nueva era espacial” con la nave que están desarrollando.
Aunque tiene el respaldo de empresas como All Nippon Airways, su iniciativa debe enfrentar dificultades como la obtención de recursos.
PD AeroSpace fue fundada por Ogawa en 2007, inspirado en el SpaceShipOne, el primer vehículo pilotado de propiedad privada en alcanzar el espacio (2004), y que ganó un premio de diez millones de dólares creado para promover el espíritu empresarial en los viajes espaciales.
La industria del turismo espacial llegó a debilitarse, recuerda Kyodo, debido a una serie de accidentes y la renuencia de los inversionistas a invertir, pero parece haberse recuperado gracias a las compañías estadounidenses, que están a la vanguardia. (International Press)
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