Crecen las voces en Japón que consideran que el gobierno debería revisar su política con respecto a Corea del Norte para dialogar sobre una posible ayuda económica como un paso hacia la resolución del tema de los japoneses secuestrados, reveló la agencia Kyodo.
Japón no piensa normalizar sus relaciones diplomáticas con Corea del Norte ni ampliar su asistencia económica a menos que el problema de los japoneses secuestrados sea resuelto.
Sin embargo, Pyongyang no ha dado muestras de que piense rectificar su postura de que el tema ya está zanjado.
La propuesta de acercarse a Corea del Norte plantea construir una relación de confianza mutua antes de allanar el camino para la resolución del tema.
El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, ha expresado varias veces su determinación de darle solución al problema como prioridad de su gestión e incluso ha manifestado su disposición a reunirse con el líder norcoreano Kim Jong-un.
Los partidarios de tender puentes con Corea del Norte apuntan a la construcción de infraestructura y el desarrollo de recursos naturales como potenciales áreas de cooperación económica.
La propuesta tiene, sin embargo, fuertes detractores en el gobierno.
Desde abril se han llevado a cabo una serie de reuniones en la oficina del primer ministro con el fin de analizar la estrategia de Japón para entablar negociaciones con Corea del Norte sin que hasta el momento se haya tomado una decisión final.
El acercamiento a Pyongyang dependerá del progreso en las conversaciones entre Estados Unidos y Corea del Norte sobre la desnuclearización de este país.
Estados Unidos le dijo a Corea del Norte, según fuentes de Kyodo, que su desnuclearización allanará el camino para que Japón amplíe su asistencia económica.
Japón sostiene que Corea del Norte secuestró a 17 ciudadanos japoneses en las décadas de 1970 y 1980. Cinco de ellos fueron repatriados en 2002. De los doce restantes, Pyongyang afirma que ocho murieron y cuatro nunca pisaron territorio norcoreano. (International Press)
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