Los escarabajos longicornios de cuello rojo no son una amenaza para los seres humanos, pero pueden ser letales para árboles como los de sakura y ume (albaricoque japonés). Aparecen en el verano y ponen sus huevos en las grietas a lo largo del tronco. Las larvas que salen comienzan a roer la madera por un período de uno a tres años, explica el sitio SoraNews24.
Es como si un árbol fuera “comido” por dentro. Uno de estos escarabajos fue encontrado en un árbol de cerezo en Osaka en junio. El árbol no pudo salvarse y tuvo que ser talado.
Lo que agrava las cosas es que estos escarabajos no tienen depredadores naturales en Japón y ponen alrededor de 300 huevos a la vez, advierten los expertos. Pueden causar grandes estragos en los árboles del país.
Así pues, estos insectos son un dolor de cabeza para los japoneses. Se cree que han llegado desde China o Corea a través de cargueros y han aparecido también en las prefecturas de Tokio, Tokushima, Saitama, Gunma y Tochigi.
Algunas autoridades ya se han puesto las pilas para combatirlos.
La ciudad de Sakai, en Osaka, ha realizado un llamado público para encontrar a los escarabajos, ofreciendo a cambio un regalo. Las autoridades piden a la gente que les envíen una foto del insecto, detallando el lugar y la hora para seguir sus movimientos, y que si pueden los maten.
Las autoridades de Tokushima han ido más lejos. Están ofreciendo 500 yenes (4,5 dólares) por cada escarabajo que captures y les lleves. El dinero forma parte de un fondo de 5,5 millones de yenes (casi 50.000 dólares) que el gobierno local destina a la lucha contra estos insectos. (International Press)
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