Las autoridades de una región japonesa donde ya se registró la temperatura más alta en la historia del país han decidido intentar combatir prejuicios lanzando una campaña para animar a los hombres a usar parasol.
En la ciudad de Kumagaya, en la prefectura de Saitama, en el centro del país, se registró el pasado 23 de julio el récord histórico para Japón de 41,1 grados, y aunque sigue la ola de calor, los termómetros bajaron un poco estos días.
Con el fin de velar por la salud de sus vecinos, el gobernador de Saitama, Kiyoshi Ueda, compareció antes los periodistas, parasol en mano, para lanzar una campaña con el fin de animar a los varones de la prefectura para usar un quitasol.
«Supone una gran diferencia», agregó el gobernador en declaraciones recogidas por la agencia local Kyodo.
Y con el fin de fomentar el uso de esas sombrillas, que casi exclusivamente usan en Japón las mujeres, la prefectura las distribuirá entre funcionarios municipales para conocer lo efectivas que son para protegerse de la ola de calor.
Ya el año pasado, cuando la prefectura sufría temperaturas parecidas, las autoridades locales crearon grupos de hombres provistos de quitasoles que viajaban en transportes públicos para combatir la idea de que sólo pueden usarlos las mujeres.
Con esta campaña, la prefectura de Saitama quiere animar a otras, como la de Tokio, para convencer a los hombres de todo el país que protegerse del sol con un paraguas no es un tema reservado a las mujeres.
En la semana que en Kumagaya los termómetros llegaron a niveles récord, en todo Japón murieron 65 personas por la ola de calor y más de 22.000 tuvieron que ser atendidas por los efectos las altas temperaturas.
Según datos oficiales, la semana pasada la cifra bajó hasta 5 fallecidos. EFE
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