El gobierno de Japón realiza esfuerzos para ampliar el número de guarderías en el país y reducir las listas de espera de niños que no encuentran cupo. El país asiático necesita que más mujeres se incorporen al menguante mercado laboral, afectado por el declive y el envejecimiento de la población.
Sin embargo, aunque se logren abrir más guarderías, el problema no se soluciona pues hay una escasez de personal. ¿Las razones? Los bajos salarios, las duras condiciones de trabajo y la competencia entre municipios por atraer personal calificado, según Asahi Shimbun.
Al menos 204 guarderías autorizadas en 24 municipios redujeron la admisión de niños con respecto al año previo, según una investigación elaborada por el diario japonés que abarcó a 87 municipios.
Los hoikuen con licencia para operar están obligadas a seguir un estándar básico establecido por el gobierno, que asigna una cantidad de niños por cada trabajador.
El trabajador de una guardería debe ser responsable de tres bebés menores de 12 meses de edad o seis niños de 1 o 2 años.
El gobierno ha pedido que las guarderías que tienen un excedente de personal que los dejen libres para que puedan cuidar a más niños con el fin de reducir las listas de espera.
Otro estudio de Asahi, correspondiente a mayo de 2017, halló que 118 hoikuen de 15 municipios aceptaron menos niños ante la falta de trabajadores.
Si se comparan estas cifras con las de 2018 se hace patente que el problema se ha agudizado.
La competencia entre ciudades es intensa. Un funcionario del municipio de Himeji, en la prefectura de Hyogo, dijo que la escasez de trabajadores en su ciudad probablemente se deba a las medidas tomadas por la vecina ciudad de Akashi, que ha mejorado las condiciones de trabajo de sus guarderías para atraer personal capacitado.
En la ciudad de Nara atraviesan por un problema similar. Cada vez más trabajadores se trasladan a Osaka debido a que ofrece mejores condiciones laborales. (International Press)
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