Un estudio realizado por una experta en estudios de género halló 150 casos de acoso sexual reportados por 35 mujeres que trabajan en televisión y prensa escrita, informó Asahi Shimbun.
Un tercio de los responsables fueron legisladores, funcionarios gubernamentales y agentes de la ley.
La investigación fue llevada a cabo por la profesora de la Universidad Internacional de Osaka, Mayumi Taniguchi, que decidió ponerla en marcha tras el escándalo de acoso sexual que le costó el puesto al exviceministro de Finanzas, Junichi Fukuda.
El 40 % de los casos ocurrieron en los lugares de trabajo de las periodistas.
Los abusadores tienden a elegir víctimas a mujeres más vulnerables y propensas a ser intimidadas.
Una reportera de prensa escrita contó que el jefe de la policía en el lugar donde estaba asignada hacía a menudo comentarios lascivos hacia ella y que sus colegas reporteros lo sabían y los toleraban. Una reportera más joven, de otro periódico, desarrolló una depresión y renunció.
Otro caso: una reportera fue besada a la fuerza y manoseada en los pechos por un hombre que era su fuente en una elección local. La mujer tuvo que pedir ayuda a un reportero de otro periódico.
Algunas mujeres están comenzando a hablar, resaltó Taniguchi, lo que indica que el movimiento #MeToo está teniendo cierto efecto en Japón. Sin embargo, otras son renuentes o titubean por presión de sus superiores.
Aunque hay mucho por hacer, el acoso sexual se visibiliza cada vez más en Japón, lo que ayuda a combatirlo. Muchas de las mujeres encuestadas participaron en la encuesta para evitar que otras periodistas sufran lo que ellas sufrieron.
Taniguchi destacó esto como un gesto de “hermandad” entre mujeres. “De esto se trata el movimiento #MeToo», dijo. «Espero que todo el mundo tome el acoso sexual y el movimiento #MeToo más en serio». (International Press)
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