Más de 40 extranjeros detenidos en un centro de inmigración en Japón están en huelga de hambre, informó la agencia Kyodo.
Los extranjeros han decidido tomar la medida como protesta por su prolongada detención. En algunos casos, una persona puede estar privada de su libertad durante años.
La huelga comenzó el domingo. El lugar alberga actualmente a 335 extranjeros.
Hace poco, un indio detenido en el centro de inmigración en la prefectura de Ibaraki se suicidó.
Los huelguistas también protestan por la insensibilidad del personal del centro con respecto al suicidio del indio.
El indio, un hombre en la treintena, estaba desesperado por su situación. Se suicidó un día después de que su solicitud de libertad provisional fue rechazada. El detenido se ahorcó con una toalla.
En declaraciones recogidas por Kyodo, un funcionario del centro dijo que están tratando de convencer a los extranjeros de acabar con la huelga, pues esta podría afectar su salud.
En Japón hay 17 centros de inmigración que albergan a extranjeros que permanecen de manera ilegal en el país y han recibido órdenes de deportación.
El Ministerio de Justicia alega que la detención es una forma de vigilar a los extranjeros que están en Japón de manera ilegal. Sin embargo, los defensores de los extranjeros dicen que los periodos de detención deben ser cortos.
No hay un límite de tiempo legal para la detención en Japón, que ha sido criticado por la ONU por los extensos periodos de detención de los extranjeros.
Jumpei Murayama, un médico experto en temas de inmigración, dice que las detenciones largas son una forma de tortura psicológica. «La huelga de hambre es evidencia de que los detenidos están psicológicamente devastados», subraya.
El suicidio del indio se suma a una serie de muertes de extranjeros en este tipo de establecimientos criticados por su deficiente atención médica.
El año pasado, un vietnamita en la cuarentena detenido en el centro de inmigración de Ibaraki murió tras no recibir adecuada atención médica. En 2014, un camerunés de 43 años murió después de no ser atendido pese a quejarse de que no se sentía bien de salud. (International Press)
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