¿Qué opina sobre el hecho de que los niños de hogares con altos ingresos tiendan a recibir una mejor educación que aquellos de hogares de escasos recursos o con problemas financieros?
A los padres encuestados se les dio tres opciones: «natural», «inevitable» y «problemático».
Así respondieron:
Natural: 9,7 %
Inevitable: 52,6 %
Problemático: 34,3 %
Es decir, el 62,3 % considera que es natural o inevitable que el dinero determine la calidad de la educación de los niños. Por primera vez desde que se inició la encuesta, en 2004, la cifra supera el 60 %, revela Asahi Shimbun.
Hiroaki Mimizuka, profesor de la Universidad de Ochanomizu, hace hincapié en la preocupante tendencia de que cada vez más padres consideren natural o inevitable que la calidad de la educación de sus hijos esté determinada por la cantidad de plata que poseen, a la luz de los esfuerzos que Japón realiza desde fines del siglo XIX para que haya igualdad de oportunidades.
Más cifras:
El 72,8 % de los padres que tienen una buena situación financiera y el 69,9 % de los que tienen título universitario aceptan la brecha educativa.
El 55,7 % de los que tienen problemas financieros y el 57,4 % de los que carecen de título universitario aceptan la brecha educativa.
En otras palabras, mientras más plata tienen y mejor educados están, más toleran la inequidad.
Por otro lado, un elevado 85 % cree que la desigualdad de ingresos continuará expandiéndose en Japón.
Para finalizar, un dato positivo: el 83,8 % está satisfecho con la escuela a la que asisten sus hijos. Un nivel récord de satisfacción.
El estudio fue realizado por Benesse Educational Research and Development Institute entre diciembre y enero. Participaron 7.400 personas con hijos en escuelas públicas. (International Press)
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