Japón le dice adiós al voto electrónico. El pueblo de Rokunohe, ubicado en la prefectura de Aomori, decidió eliminar su sistema de votación electrónico, el último en pie en todo el país, informó Mainichi Shimbun.
Solo existe una organización en Japón que alquila las máquinas para votar. Cuando el municipio de Rokunohe le pidió que le suministrara máquinas actualizadas, la organización con sede en Tokio se rehusó alegando que no le resultaba rentable hacerlo.
Rokunohe utilizará la votación electrónica en las elecciones a la asamblea municipal programadas para la próxima primavera. Después, será a la antigua: votaciones con papeletas.
La votación electrónica, limitada a elecciones locales, se implantó en Japón en 2002 con la esperanza de hacer más rápido y preciso el conteo de votos. Su impacto, sin embargo, fue escaso.
Rokunohe puso el sistema en marcha en 2004 en unas elecciones a la alcaldía. El conteo de votos solo tomó 10 minutos.
No hubo discusiones con respecto al conteo de votos. Las máquinas hicieron posible que fuera rápido y preciso.
El sistema fue utilizado seis veces, la última en 2016.
Sin embargo, debido a la baja relación costo-beneficio, el sistema solo se implantó en diez municipios del país y se usó 25 veces.
Al municipio de Kioto el uso de las máquinas le exigía un desembolso de 36 millones de yenes (337 mil dólares) cada vez. Hace tres años se despidió del voto electrónico.
No todo tuvo que ver con el dinero. En la ciudad de Kani, prefectura de Gifu, hubo problemas con las máquinas que invalidaron el proceso electoral.
En Rokunohe lamentan dejar atrás una modalidad de votación a la que se habían habituado sus habitantes, pero no pierden la esperanza de que vuelva a implantarse con apoyo del gobierno de Japón. (International Press)
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