La educación puede ser un instrumento de progreso social, económico y personal. Ir a la universidad parece el camino natural después de terminar los estudios básicos. ¿Pero es necesariamente la mejor alternativa para salir adelante en la vida?
Una estudiante de segundo año de koko que reside en la prefectura de Saitama lo duda. Identificada como N, expone su caso en una carta dirigida a Yomiuri Shimbun.
“He tenido el objetivo de rendir exámenes de ingreso a la universidad desde que comencé el koko, pero cuando pienso mucho en mi futuro, antes de pasar a mi tercer año, comienzo a tener dudas”, escribe.
La adolescente confiesa que tiene “un gran deseo de aprender”. Es decir, no se trata de una chica sin perspectivas en la vida, floja o conformista.
“Para mí, estudiar no es pesado. Me siento feliz cuando aprendo cosas o cuando mis esfuerzos son recompensados. Soy buena en la escuela y sé que los profesores tienen grandes expectativas en mí”, dice.
“Sin embargo, me he dado cuenta de que quiero vivir una vida sencilla. Eso significa convertirme en un miembro productivo de la sociedad a través del trabajo y sentirme valiosa por vivir. Quiero vivir ese tipo de vida simple”, añade.
“Dicen que la universidad te ayuda a aprender más profundamente y de forma más amplia, mientras te alienta a desarrollar más tu personalidad. ¿Es eso verdad? ¿Es imposible para nosotros aprender algo a menos que vayamos a la universidad tomando millones de yenes del dinero que ganan nuestros padres trabajando muy duro para pagar las clases?”, pregunta.
La adolescente dice estar segura de que puede continuar aprendiendo por sí misma leyendo libros y a través de la educación por correspondencia.
“Siento que es muy raro ir a la universidad solo porque otros lo hacen”, concluye.
A través de Yomuiri Shimbun, el escritor Tatsuro Dakune revela que él quiso asistir a koko y a la universidad, pero que no pudo por la difícil situación económica de su familia.
Dakune dice que podría no ser la persona adecuada para responder su consulta, pero escribe que está completamente convencido de la importancia de estudiar en la universidad.
El escritor dice que puedes estudiar cuando quieras y donde quieras mientras estés motivado, pero que no puedes superar retos que llegan con la edad. “Es inevitable que tu memoria, concentración y muchas otras funciones disminuyan a medida que envejeces”.
“Deberíamos estudiar mucho mientras aún somos jóvenes”, sentencia.
Dakune afirma que la universidad también puede enseñarte cómo continuar aprendiendo a lo largo de tu vida, cómo estudiar. Te da bases, método. Él tuvo que aprender todo por su cuenta, hasta cómo usar un diccionario.
“Te gusta aprender. Te recomiendo que vayas a la universidad”, concluye. (International Press)
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