Han transcurrido siete años del desastre ocasionado por el tsunami que azotó las costas de Iwate, Miyagi y Fukushima y algunos pobladores han mostrado preocupación por la pérdida del recuerdo del desastre, que ha originado que el número de turistas y visitantes haya disminuido.
De acuerdo a una información dada a conocer por Jiji Press, la cantidad de visitantes que usan guías para conocer las historias sobre el desastre y las lecciones de la catástrofe ha caído sustancialmente.
Preocupados por la sostenibilidad de sus actividades, los grupos e individuos involucrados están intensificando las llamadas para solicitar el apoyo de empresas y las autoridades administrativas.
Akira Kugiko, un narrador de Rikuzentakata, en Iwate, señaló que los restos de las instalaciones dañadas por el desastre se ven cada vez menos y este año puede ser un punto de inflexión para los narradores. La ciudad costera de Iwate es conocida por el «árbol del pino solitario y milagroso», que se ha convertido en un símbolo de reconstrucción posdesastre después de sobrevivir al tsunami y al terremoto de magnitud 9,0 del 11 de marzo de 2011.
A través de Kugikoya, una organización que se estableció en la ciudad en la primavera del 2013, Kugiko ha seguido contando su historia a los visitantes, mostrando fotos sobre las secuelas del desastre y hablando de su experiencia como una de las miles de personas que fueron evacuadas. (International Press)
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