Hitoshi Nogawa es un japonés de 74 años que reside en Basilea, Suiza. Nogawa se nacionalizó suizo para que su empresa pudiera participar en proyectos de obras públicas relacionadas con la defensa del país europeo.
Nogawa es uno de los ocho japoneses con residencia en Europa que prevén demandar al gobierno de Japón para exigir el derecho a la doble nacionalidad, informó Asahi Shimbun.
Los demandantes sostienen que la ley japonesa que obliga a las personas a escoger una sola nacionalidad es obsoleta e inconstitucional.
La demanda será presentada en el Tribunal de Distrito de Tokio en marzo.
La sección 1 del artículo 11 de la Ley de Nacionalidad estipula que si «un ciudadano japonés adquiere la nacionalidad de un país extranjero a su elección, pierde la nacionalidad japonesa”.
Seis de los demandantes tienen una nacionalidad extranjera y desean recuperar su nacionalidad japonesa.
Los otros dos buscan poder mantener su nacionalidad japonesa aunque adquieran una extranjera.
El equipo legal que defiende a los ocho asegura que la acción judicial será la primera de su tipo.
Uno de los abogados, Teruo Naka, declaró que es inadmisible que los japoneses pierdan su nacionalidad en tiempos en que tienen oportunidades cada vez mayores de vivir y trabajar sin importar las fronteras nacionales.
«Los demandantes esperan mantener su nacionalidad japonesa por su cariño a Japón y los lazos con sus familiares que viven en Japón», subrayó.
La sección 1 del artículo 11 fue establecida para impedir el otorgamiento de ciudadanía múltiple desde la perspectiva del servicio militar obligatorio cuando la Constitución imperial de Japón de 1890 estaba en vigor, y automáticamente fue incluida en la Ley de Nacionalidad, que rige desde 1950.
De acuerdo con la Constitución anterior, la soberanía recaía sobre el emperador. La Constitución actual defiende la soberanía del pueblo.
El equipo legal prevé alegar que la disposición fue establecida en otros tiempos, para responder a realidades muy distintas de las actuales. El ideal de una sola nacionalidad, que data de la era Meiji (1868-1912) contrasta con la actual realidad de la globalización, según los abogados.
Además, el derecho a conservar la nacionalidad japonesa está garantizado por la Constitución actual.
Las personas con nacionalidad doble o múltiple, como los niños nacidos de ciudadanos japoneses y extranjeros, están obligados a elegir una nacionalidad a los 22 años.
Si un japonés obtiene una nacionalidad extranjera a través de un matrimonio internacional, por ejemplo, debe renunciar a la nacionalidad extranjera o japonesa en un plazo de dos años.
Ahora bien, no existe ninguna sanción para aquellos que no lo hagan. En realidad, muchos japoneses con doble nacionalidad no declaran que la tienen. Usan su pasaporte japonés solo cuando viajan a Japón, pero en el país donde residen mantienen la nacionalidad extranjera adquirida.
Es común que japoneses en el extranjero, como Nogawa, adquieran la ciudadanía del país que los acoge por negocios u oportunidades de empleo.
Alrededor de 460.000 japoneses residían en el extranjero en octubre de 2016, según el Ministerio de Asuntos Exteriores de Japón, que desconoce cuántos poseían más de una nacionalidad.
Entre 700 y 1.000 japoneses renuncian cada año a su nacionalidad japonesa. (International Press)
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