Cuando las madres se estresan con la crianza de sus hijos pequeños, una parte del cerebro que les ayuda a evaluar el estado de ánimo de otros adultos se debilita, lo cual podría dañar sus relaciones con ellos, según una investigación de científicos japoneses, reveló Asahi Shimbun.
El equipo solicitó a 30 madres, que tienen niños de 6 años o menos, que respondieran un cuestionario para medir su nivel de estrés.
Además, se les pidió que miraran fotografías de adultos y niños y adivinaran qué sentimientos o estados de ánimo indicaban sus expresiones faciales, tarea durante la cual se sometieron a una resonancia magnética funcional de sus cerebros.
De acuerdo con los resultados, las madres con los niveles depresivos más altos y que se sentían aisladas tenían una actividad más débil en la parte del cerebro que reconoce los sentimientos de otros adultos.
Sin embargo, la parte capaz de reconocer los sentimientos de los niños se mantuvo intacta.
«Las madres que se sienten deprimidas durante la crianza de sus hijos podrían dañar sus relaciones con los adultos que las rodean. La detección temprana es crucial», subrayó Akemi Tomoda, profesora de apoyo al desarrollo infantil en la Universidad de Fukui y lideresa del equipo de científicos.
Los investigadores están explorando cómo, a partir de sus hallazgos, crear un índice para diagnosticar a las madres antes de que empeore su situación y corran el riesgo de deprimirse clínicamente. (International Press)
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