Las autoridades niponas ordenaron hoy al mercado de critpomonedas Coincheck que tome medidas para mejorar su seguridad y para aclarar el hackeo y desaparición multimillonaria de una moneda digital que sufrió la entidad el pasado viernes.
Tanto el Gobierno como la Agencia de Servicios Financieros (FSA) han urgido a Coincheck a esclarecer la pérdida de 523 millones de la divisa virtual NEM, cuyo valor total ascendía a 58.000 millones de yenes (430 millones de euros/534 millones de dólares), según dijo hoy el ministro portavoz del Ejecutivo, Yoshihide Suga.
«En el Gobierno esperamos que se aclaren las causas del caso, y también vamos a tomar las medidas necesarias en coordinación con los Ministerios lo antes posible», señaló Suga en rueda de prensa.
Por su parte, la FSA ha enviado una solicitud formal a Coincheck para que mejore su sistema de administración y su ciberseguridad, mientras que el operador ha mostrado su disposición a «tomar todas las medidas posibles para resolver el caso y devolver el dinero a los clientes», añadió el portavoz.
La segunda mayor casa de cambio nipona de criptomonedas por volumen de capitalización anunció el viernes que había sido objeto de un ciberataque, que ha supuesto la pérdida más cuantiosa de una moneda digital hasta la fecha.
A raíz del hackeo, Coincheck ha suspendido todas las transacciones realizadas con yenes hasta nuevo aviso, y ha anunciado que reembolsará las pérdidas estimadas en la divisa nipona a los aproximadamente 260.000 clientes propietarios de las monedas NEM desaparecidas.
La entidad con sede en el barrio tokiota de Shibuya recurrirá a sus propios fondos para reembolsar dichas pérdidas, aunque aún no ha fijado una fecha para abonar las cantidades a los afectados por esta «transacción ilícita», según dijo en un comunicado en la víspera.
El caso ha tenido lugar en pleno auge de las inversiones en criptomonedas en Japón y en otros países, lo que ha atraído cada vez más atención de las autoridades con objeto de regular el volumen creciente de clientes y transacciones.
Japón es el segundo mayor mercado mundial de este tipo de divisas, y el pasado abril se convirtió en el primer país en reconocerlas como forma de pago y en establecer unos requisitos legales para que las casas de cambio pudieran operar de forma segura, y para prevenir delitos como el lavado de dinero.
Coincheck, sin embargo, operaba sin haber completado el procedimiento para registrarse como operador de servicios de cambio de divisas en la Agencia de Servicios Financieros.
El país asiático también fue escenario en 2014 del escándalo de Mt.Gox, en su día la mayor casa de cambio de criptomonedas, que quebró tras la desaparición de 850.000 unidades de bitcóin que entonces tenían un valor estimado en unos 48.000 millones de yenes (368 millones de euros/ 420 millones de dólares). (EFE)
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