Hoy 26 de enero, en el Tribunal del Distrito Judicial de Saitama, se realizó la primera sesión del juicio contra el peruano, Vayron Jonathan Nakada Ludeña, acusado por el homicidio de 6 personas, entre ellas dos niños de escuela primaria, ocurrido en la ciudad de Kumagaya en septiembre del 2015.
Asahi TV, dijo que durante el juicio Vayron hizo comentarios sin sentido, situación que puesta en evidencia por sus abogados defensores.
“El acusado no está en condiciones de declarar sobre los hechos. No vamos a comentar sobre lo que sucede en el juicio y en caso de decretarse que cometió el crimen tenemos la intención de insistir en su inocencia por demencia”, señaló la defensa.
EL FISCAL: TENÍA CONCIENCIA DE LOS HECHOS
En la declaración inicial, el Fiscal fue duro al afirmar que “el acusado tenía paranoia y delirio de persecución, pero no sufría ningún tipo de alucinaciones. Él huyó (de la escena del crimen) dejando el dinero en efectivo porque su intención era matar. Tomó medidas para protegerse, como intentar ocultar los cadáveres en lugares difíciles de ubicar. Es claro que tenía capacidad para juzgar entre qué era bueno y qué era malo. El acusado tenía capacidad para comprender su responsabilidad en las acciones”.
Según la acusación, Nakada huyó de la estación de policía de Kumagaya, donde estaba siendo interrogado, el 13 de septiembre del 2015. Luego, entre los días 14 y 16 ingresó en 3 casas con el propósito, según la defensa, de robar dinero, pero terminó matando a puñaladas a Minoru Tasaki (55), su esposa Misae (53), a Kazuyo Shiraishi (84) y a Miwako Kato (44) y sus hijas Misaki (10) y Haruka (7).
LA DEFENSA: ESTÁ DEMENTE
Después del arresto, el acusado negó los cargos diciendo: “yo no lo hice”.
Ante las dudas sobre el estado psicológico de Vayron, la fiscalía de Saitama encargó una evaluación durante 5 meses y concluyó: “no tiene enfermedad mental”.
Sin embargo, una prueba psiquiátrica realizada por reconocidos profesionales japoneses a pedido de la defensa le diagnosticó una severa “esquizofrenia”.
El juicio tendrá 12 sesiones y se prevé que el fallo se dictirá el 9 de marzo de este año.
VAYRON: “UNA TAZA EN LA CABEZA”
Nakada ingresó a la sala del tribunal con una sudadera de color negro. Cuando el juez le preguntó su nombre, el puso sus manos en los auriculares que tenía puestos para la traducción y quedó en silencio por unos minutos. Luego manifestó: “Podría repetirme nuevamente desde el principio?” y dio su nombre.
Cuando le preguntaron por lo sucedido, respondió: “me puse una taza encima de la cabeza” e hizo comentarios que no estaban relacionados con el juicio.
El peruano llegó a Japón hace más de 10 años y trabajó en varias fábricas de alimentos. El 12 de septiembre del 2015, dos días antes de los hechos, renunció a la fábrica de alimentos de Isesaki, en Gunma.
Al día siguiente, el departamento de bomberos de Kumagaya reportó a la policía sobre un extranjero que se acercó para decir: “quiero que llame a la policía”.
Cuando Nakada se encontraba en la dependencia policial y salió un momento a tomar aire, escapó de la custodia de los agentes. Antes había dicho cosas como: “alguien me va a matar” o “me persigue un hombre con traje”. (International Press)
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