A veces, por suerte, las personas no pican el anzuelo y contribuyen a atrapar al ladrón.
Eso ocurrió en Tokio con una mujer de 61 años, que recibió la llamada telefónica de un hombre que dijo ser su hijo y que necesitaba un millón de yenes (9.100 dólares) en efectivo después de sufrir un robo en un hospital.
La mujer llamó a la esposa de su hijo, sospechó del timo y decidió llamar a la policía, revela Tokyo Reporter.
Al día siguiente, un hombre llegó a la casa de la mujer para recoger el dinero para el supuesto hijo. No vio la plata, sino a la policía, que lo arrestó.
El hombre intentó lavarse las manos diciendo que solo estaba cumpliendo con un trabajo a tiempo parcial del que se había enterado por internet y que prometía una buena paga. Declaró a la policía que lo enviaron a recoger un paquete cuyo contenido desconocía.
La policía, sin embargo, cree que el sujeto pertenece a una banda que se dedica a cometer estafas. (International Press)
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