En 1978, en una playa en la prefectura de Kagoshima, Corea del Norte secuestró a Rumiko Masumoto y su novio Shuichi Ichikawa.
Muchos años después, en 2002, Corea del Norte admitió el secuestro, pero dijo que la mujer había muerto.
Sin ninguna evidencia sólida que sustentara la muerte de Rumiko, su madre, Nobuko, se negó a aceptar la versión norcoreana.
Nobuko Masumoto murió a los 90 años sin haber podido volver a ver a su hija, informó la NHK.
La anciana, que enviudó en 2002, tenía un ritual que cumplía todos los días: colocaba té verde recién hecho delante de una foto de su hija y rezaba por su retorno.
De los 17 japoneses reconocidos oficialmente como víctimas de secuestros por parte de Corea del Norte en las décadas de 1970 y 1980, cinco retornaron a Japón en 2002. Se desconoce la situación del resto. (International Press)
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