Solo en noviembre se encontraron 28 embarcaciones pesqueras norcoreanas en costas japonesas. Algunas a la deriva, otras con cadáveres a bordo.
Aunque la Guardia Costera de Japón y diversos analistas sostienen que sus tripulantes son pescadores norcoreanos que se aventuraron más allá de sus aguas para cumplir con cuotas de pesca, existe el temor de que sean espías, revela Reuters.
Ha llamado la atención que una de las embarcaciones, que transportaba a diez personas, tuviera una placa que la identificaba como una “unidad militar” del “Ejército Popular de Corea”.
El ministro portavoz del gobierno de Japón, Yoshihide Suga, declaró que son conscientes de que la frecuente aparición de botes norcoreanos “causa gran ansiedad a la población local».
Suga aseguró que “la policía y la guardia costera están trabajando para aclarar la situación» y que el gobierno, tras verificar los hechos, “responderá con firmeza”.
Entre quienes observan con preocupación la situación está el legislador de oposición, Tetsuro Fukuyama, quien dijo que si bien no tiene “ninguna intención de avivar los temores», se preguntó sobre el riesgo de que esa gente, refiriéndose a los pescadores norcoreanos, sean en realidad agentes especiales y arriben a Japón cuando se está llevando a cabo una operación militar.
Por otro lado, los analistas que intentan minimizar los temores indican que Corea del Norte ha elevado la cuota de pesca a sus pescadores, empujándolos a alejarse de sus aguas en busca de cumplir con su tarea.
En declaraciones que recoge Reuters, el profesor universitario Ken Kotani dijo que no cree que los botes norcoreanos formen parte de una campaña de espionaje de Corea del Norte y resaltó que las autoridades locales están manejando la situación. (International Press)
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