El príncipe Akishino de Japón, hijo menor del emperador Akihito, ha mostrado su determinación para desempeñar «al máximo» las funciones que se le den tras la abdicación de su padre y subida al trono de su hermano, cuando se convertirá en el primero en la línea sucesoria.
«Como es (una situación) sin precedentes, hay cosas que no puedo ni imaginar. Presumo que llevaré a cabo (las nuevas funciones) a través (del método) de ensayo y error», dijo Akishino durante una rueda de prensa hecha pública con motivo de su 52 cumpleaños, en la que aseguró que dará «el máximo» para asumirlas.
Akishino pasará a ser el primero en la línea sucesoria japonesa cuando su hermano, el príncipe heredero Naruhito, de 57 años, suceda a su padre tras la abdicación, prevista para la primavera de 2019.
El hermano menor del heredero japonés declaró que «habrá una parte dura y otra más sencilla» y que hará frente a ambas organizándose estrechamente con el futuro emperador, según la transcripción del encuentro con la prensa recogido por la Agencia de la Casa Imperial.
El príncipe japonés manifestó su «alivio» por la promulgación en junio de la ley que propiciará la primera abdicación desde la del emperador Kokaku en 1817 y deseó que tanto su padre, Akihito, como su madre, la emperatriz Michiko, ambos de 83 años, «pasen un tiempo de relax» llegado el momento.
Akishino también habló de la próxima boda de su hija mayor, la princesa Mako (26), con Kei Komuro, un excompañero universitario, quien le da la impresión de ser «extremadamente honesto».
El anuncio del matrimonio de su hija Mako, que se celebrará el 4 de noviembre de 2018, ha sido ampliamente recogido por los medios porque ha reabierto el debate sobre la necesidad de reformar la normativa que rige la casa imperial nipona desde 1947.
Estas leyes establecen que las mujeres que nacen en su seno pierden su estatus de realeza al casarse con un varón que no es de la familia imperial, mermando todavía más esta institución avejentada y cada vez más escasa, abocada a una amplia brecha generacional.
Cuando la princesa se case, la familia imperial pasará a contar con 18 miembros, sólo cinco varones: el emperador Akihito (83), su hermano el príncipe Hitachi (81), el príncipe heredero Naruhito (57), el príncipe Akishino (51) y el príncipe Hisahito (11), hijo menor de Akishino y siguiente en la línea sucesoria. (EFE)
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