Las calles vuelven a convertirse en Bolivia en el escenario del pulso entre los seguidores del presidente boliviano, Evo Morales, que defienden su nuevo intento de reelección en 2019 y los adversarios que se movilizan para oponerse.
El gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) ha anunciado que esta semana será el principio de una serie de movilizaciones regionales que serán coronadas después con una concentración en Sucre, donde el Tribunal Constitucional (TC) analiza una petición de ese partido para que se habilite la candidatura del gobernante.
El martes, una marcha oficialista unirá las ciudades de El Alto y La Paz para defender la reelección y recordar los 17 años de la renuncia a su segundo mandato del expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada (2002-2003) debido a una ola de protestas sociales.
Morales gobierna Bolivia desde 2006 y aspira a seguir en el poder buscando un cuarto mandato para el período 2020-2025.
No obstante, la oposición ha advertido de que la petición del MAS al tribunal de que se respete el derecho político de Morales a la repostulación derivaría en un aval para la reelección indefinida.
La convocatoria del oficialismo a mostrar fuerza en las calles se produce unos días después de que la oposición y diversos grupos ciudadanos aprovecharon la conmemoración de los 35 años continuos de democracia en Bolivia para clamar que Morales debe respetar los límites de la Constitución y no puede ser nuevamente candidato.
La movilización contraria se realizó el 10 de octubre con miles de personas en varias ciudades y en La Paz contó con la participación de figuras como el expresidente Carlos Mesa (2003-2005) y el opositor Samuel Doria Medina, aunque en un rol secundario porque dejaron el protagonismo a los grupos ciudadanos.
Es la segunda vez que esos grupos se movilizan este año para mostrar su rechazo a Morales tras las manifestaciones realizadas el 21 de febrero para recordar que justo un año atrás una mayoría votó en un referendo que el gobernante no podía volver a ser candidato.
Este domingo, el mandatario confirmó que su partido se organiza para hacer las movilizaciones regionales con el fin de «defender la democracia» y «el proceso de cambio» y acusó a esos grupos ciudadanos de ser de derecha y «querer adueñarse de la democracia».
Argumentó que en los 35 años de democracia, su partido es el único que ha ganado elecciones con más del 50 % o más del 60 % de apoyo y defendió que durante su Gobierno se ha consultado al pueblo en «47 referendos» nacionales, departamentales y municipales.
«¿De qué democracia nos pueden hablar?», cuestionó Morales a los que desde la oposición le acusan de querer aferrarse al poder a toda costa causando un daño a la democracia y la Constitución y de querer «burlar» la soberanía popular expresada en el referendo de 2016.
Más allá del enfrentamiento en el plano discursivo y jurídico, el politólogo Jorge Lazarte, crítico con el Gobierno, advirtió en declaraciones a Efe que el pulso en las calles puede derivar a mediano plazo en violencia, algo que ha sido una característica de la inestabilidad política de Bolivia «que parece estar retornando».
«Aún no son escenarios de violencia, pero ya son escenarios de enfrentamiento de fuerza contra fuerza», advirtió y recordó que el peor ejemplo de esa vía es el que ha recorrido Venezuela.
En principio, el Gobierno, el MAS y sus sectores sociales tienen las de ganar «de mala manera», pero es probable que no siempre sea así porque la sociedad «marca los límites de la tolerancia, de otra forma todos los gobiernos del mundo serían omnipotentes», apuntó.
Con la exhibición de fuerzas en las calles, los dos bandos han dejado en claro que mandan sendos mensajes a los siete magistrados del TC que decidirán si Morales puede o no ser candidato.
Se trata de magistrados cuestionados por la oposición y la Iglesia católica, que no confían en ellos porque creen que el recurso sobre la reelección no debió ser ni siquiera admitido.
Los jueces tomarán tal decisión bajo la presión adicional de la elección en las urnas de todos los altos cargos del órgano judicial prevista para el 3 de diciembre, con lo que tan vital asunto será quizás el último que traten antes de ser relevados.
Aunque la Constitución establece solo dos mandatos consecutivos, Morales ya pudo presentarse a las elecciones de 2014 para conseguir un tercer mandato gracias a un fallo del TC que señaló que Bolivia fue refundada con la nueva Carta Magna en 2009. EFE
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