Miwa Sado tenía 31 años y era reportera de la NHK cuando murió en julio de 2013 por exceso de trabajo, informó la agencia Kyodo.
En el mes anterior a su muerte por una insuficiencia cardíaca congestiva, la mujer hizo 159 horas extras y solo tuvo dos días de descanso.
Sado comenzó a trabajar en la cadena pública japonesa en 2005 y fue transferida a Tokio en 2010. Cuando murió trabajaba en la cobertura de asuntos relacionados con el gobierno metropolitano de la capital japonesa.
Un alto funcionario de la NHK admitió que la muerte de la reportera no fue un hecho personal aislado, sino un problema que alcanza a “nuestra organización como un todo, incluyendo el sistema de trabajo y cómo se cubren las elecciones».
Sado murió tres días después de la realización de unas elecciones que cubrió.
Si el hecho no se hizo público antes fue por deseo de la familia, según la NHK.
«Incluso hoy en día, cuatro años después, no podemos aceptar la muerte de nuestra hija como una realidad», dijeron los padres de la reportera.
Los padres esperan que la pérdida de su hija y el dolor por su muerte contribuyan a que una tragedia así no se repita. (International Press)
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