Miles de uruguayos celebraron el sábado la cultura milenaria nipona mediante la caligrafía, el origami (papiroflexia) y las artes marciales en el marco del séptimo Festival de Japón de Montevideo.
La embajadora de Japón en Uruguay, Keiko Tanaka, declaró a Efe que «gracias al buen tiempo» en esta edición se batió el «número récord de visitantes» y estimó que hubo entre tres mil y cuatro mil personas.
Además, la asiática explicó que durante la feria se sintió «como si fuese un personaje famoso», ya que al ir vestida con la ropa tradicional de su país fueron muchos los uruguayos que se sacaron una foto junto a ella.
«Para la mayoría de los visitantes esta es la primera vez que ven un kimono tradicional (vestimenta japonesa) y creo que era por eso que querían sacarse una foto conmigo», anotó.
La embajadora fue la encargada de llevar a cabo la ceremonia del té, uno de los eventos más representativos de la cultura tradicional japonesa.
Un proceso que traspasa el simple hecho de tomar esta infusión y apela a la sensibilización de los cinco sentidos del invitado, tomando especial cuidado en la comida, la ropa y el lugar en el que se sirve.
Evento que, según Tanaka, atrajo la atención de «muchos», ya que «por la cultura que tienen con el mate en Uruguay a la gente le gusta el sabor del té japonés».
Además, el festival contó con otras actividades como cursos de origami, furoshiki (técnica para envolver objetos), caligrafía japonesa, comida de la región, exposiciones florales y demostraciones de diversas artes marciales.
De acuerdo con la presidenta de la asociación japonesa en el Uruguay, Eiko Senda, en esta actividad, organizada por la intendencia de Montevideo y la embajada de Japón, los visitantes fueron «muy curiosos, participaron en todos los juegos y trataron de aprender a pesar de las diferencias».
Este singular evento contó, además, con una presentación de Bon Odori (danza japonesa), una exhibición de Cosplay (representación de personajes de anime y cómics) y un cierre con tambores japoneses del grupo Montevideo Taiko. (EFE)
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