El presidente ruso, Vladímir Putin, y el primer ministro japonés, Sinzo Abe, se mostraron el jueves decididos a firmar ellos mismos el tratado de paz entre sus países, pendiente desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, en la reunión que mantuvieron en Vladivostok, en el extremo oriente de Rusia.
«Lo más importante para las relaciones ruso-japonesas es la firma del tratado de paz. Esta vez hemos llegado a la determinación de que serán nuestras manos las que firmen el tratado de paz», dijo Abe en la rueda de prensa celebrada tras el encuentro, el sexto que celebran los dos líderes en el último año y medio.
Y aún se reunirán otra vez antes de que concluya este año, en la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC, en sus siglas en inglés) que se celebrará en Vietnam el próximo mes de noviembre.
«En un año hemos logrado avances que no pudimos conseguir en 70 años. Si seguimos dando pasos durante otro año más y luego otro, estoy seguro de que veremos un futuro brillante para las relaciones ruso-japonesas», dijo Abe durante su intervención en pleno del III Foro Económico de Oriente que se celebra en Vladivostok.
El primer ministro volvió a dirigirse a Putin por su nombre de pila para decirle: «Debemos poner punto y final a esta situación anormal en la que seguimos sin tener un tratado de paz. Vladímir, debemos cumplir nosotros dos con este deber».
Moscú y Tokio llevan mas de siete décadas sin firmar el tratado de paz tras el conflicto armado que les enfrentó durante la Segunda Guerra Mundial debido al contencioso territorial por las islas Kuriles, arrebatadas a Japón por la Unión Soviética.
En diciembre de 2016, Putin viajó a Japón y los dos líderes se comprometieron a avanzar en la solución del contencioso.
Como primer paso, acordaron el desarrollo de actividades económicas conjuntas en las cuatro Kuriles del Sur -reclamadas por Tokio- en las áreas de pesca, turismo, sanidad y medio ambiente, así como flexibilizar los visados para que los varios millares de antiguos residentes nipones de estas islas puedan visitarlas. (EFE)
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