Caminar con los ojos clavados en la pantalla del smartphone aumenta el riesgo de tropezar y caer, chocar con otra persona y hacerle perder el equilibrio, ser embestido por un coche cuya presencia no advertimos… Eso todo el mundo lo sabe.
Existe otro factor de riesgo que, sin embargo, no todos conocen. Una de sus víctimas fue un salaryman de 34 años que el viernes por la noche caminaba con la mirada puesta en su teléfono en el parque Sumida, en Tokio, cuando de pronto chocó con un sujeto llamado Makoto Takahashi.
En realidad, no fue un choque casual, sino provocado por Takahashi, un hombre desempleado de 39 años.
Takahashi le gritó al salaryman por no fijarse por dónde iba, responsabilizándolo por el incidente. También lo increpó por no disculparse. Acto seguido, lo amenazó: dijo que si no le daba dinero lo golpearía.
Si Takahashi creyó que el hombre, atemorizado por su amenaza, accedería a darle dinero, se equivocó. El salaryman corrió hacia un puesto de policía para reportar el incidente.
Takahashi se dio a la fuga, pero la policía logró atraparlo poco después, detalló Japan Today.
El hombre dijo que necesitaba dinero para llegar a fin de mes porque no tiene trabajo.
La policía tiene registrados cuatro casos con el mismo modus operandi en la zona desde febrero: un hombre choca con personas que caminan absortas en sus teléfonos, les echa la culpa del incidente y las amenaza para sacarles dinero. Así logró “ganar” 235.000 yenes (2.150 dólares) a expensas de las víctimas.
¿Takahashi estuvo detrás de esos cuatro casos? Eso está investigando la policía. (International Press)
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