El Banco de Japón (BoJ) mejoró hoy su pronóstico de crecimiento para el PIB de su país en lo que respecta al actual curso fiscal hasta situarlo en el 1,6 por ciento y decidió mantener intacta su política monetaria.
La entidad anunció al término de su reunión mensual de dos días la decisión de mejorar su perspectiva para el ejercicio 2017 -que termina el 31 de marzo de 2018- con respecto a su último cálculo de enero, que lo situaba en un 1,5 por ciento.
El BoJ también mejoró su estimación de crecimiento para 2018, desde el 1,1 al 1,3 por ciento, y publicó asimismo su primer pronóstico para el ejercicio fiscal 2019, del 0,7 por ciento.
En el transcurso de la reunión el BoJ decidió por ello mantener intacta su política monetaria, basada en un gran paquete flexibilizador y en el control de los tipos a través de la curva de rendimientos para lograr una inflación de en torno al 2 por ciento.
El nuevo pronóstico se basa en la fortaleza de las exportaciones, que se espera que «continúen con su tendencia de incremento moderado en consonancia con la mejora de la coyuntura económica global», según el comunicado publicado hoy por el BoJ.
El BoJ mejoró la evaluación de la tercera economía del mundo al decir que «ha tornado hacia una expansión moderada». Previamente, el BOJ dijo que la economía continuaba «su tendencia de recuperación moderada».
En relación a la inflación, la institución se mantuvo cauta y revisó ligeramente a la baja su previsión del incremento del IPC y lo situó en un 1,4 por ciento para este ejercicio, una décima por debajo de su previsión de enero.
El banco central mantuvo sin embargo su objetivo de inflación del 2 por ciento a largo plazo.
El BoJ lleva desde 2013 intentando impulsar la subida de precios, aunque la reciente caída del petróleo ha dado al traste con los efectos de su programa y le ha obligado a retrasar la consecución de su objetivo varias veces hasta después de 2018.
La mejora de la perspectiva de la economía doméstica llevó a la junta directiva a concluir que seguirá aplicando a determinados depósitos de los bancos una tasa de referencia del -0,1 por ciento.
Asimismo, el BoJ mantendrá su programa basado en la adquisición de deuda soberana japonesa por valor de unos 80 billones de yenes (657.589 millones de euros) al año para que el rendimiento del bono nipón a 10 años -principal referente de los tipos a largo plazo en el país asiático- permanezca en torno al 0 por ciento. (EFE)
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