El primer ministro japonés, Shinzo Abe, y el presidente estadounidense, Donald Trump, subrayaron hoy en una conversación telefónica el importante papel que juega China de cara a presionar a Pyongyang para que abandone la vía nuclear, según fuentes de Tokio.
El intercambio se produce de cara a que Trump celebre este jueves y viernes el primer encuentro desde que llegó a la presidencia con su homólogo chino, Xi Jinping, y poco después de que el régimen de Kim Jong-un volviera a recalcar su apuesta por la vía armamentística con el lanzamiento en la víspera de un misil balístico al Mar de Japón.
«Mañana empieza la cumbre entre EEUU y China, y le he dicho que Japón está prestando mucha atención a la manera en que China reacciona con Corea del Norte», dijo hoy Abe tras la llamada telefónica, de unos 35 minutos de duración, en declaraciones recogidas por medios locales.
«Estuvimos de acuerdo en que el lanzamiento de la víspera por parte de Corea del Norte fue un acto peligroso y provocativo y una grave amenaza para la seguridad de Japón», añadió.
Además, ambos líderes coincidieron en que China tiene un papel importante en persuadir a Corea del Norte para que abandone sus programas de misiles y armas nucleares, según un alto funcionario japonés citado por la agencia Kyodo.
El presidente de Estados Unidos buscará convencer a Xi durante su encuentro en Mar-a-lago para que ejerza mayor presión sobre Pyongyang mediante el cumplimiento estricto de las sanciones y resoluciones de la ONU.
No obstante, Trump ha dicho también que Washington empezará a actuar unilateralmente si no hay respuesta de Pekín, algo que podría traducirse en las llamadas «sanciones secundarias», que pasarían por bloquear activos y transacciones de empresas chinas que, pese a las sanciones de la ONU, aún comercian con Corea del Norte.
En este sentido, según Abe, Trump volvió a insistir en que para lidiar con Pyongyang «todas las opciones están abiertas».
Los avances de Pyongyang en el terreno armamentístico se han acelerado desde la llegada de Kim Jong-un al poder hace cinco años, con un número récord de pruebas nucleares y de misiles en 2016 con los que el régimen ha subrayado su intención de apostar por la disuasión nuclear para garantizar su supervivencia. (EFE)
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