Un tribunal nipón decidió hoy permitir el funcionamiento de una central nuclear del oeste del país al revocar la sentencia de otra instancia inferior, que supuso la primera decisión jurídica contra la reactivación de una planta post-Fukushima.
En un fallo publicado hoy, el Tribunal Superior de Osaka (oeste) ha dado la razón a la operadora de la planta de Takahama, Kansai Electric Power, y anulado así la decisión judicial previa que ordenó detener los reactores 3 y 4 de la central por motivos de seguridad.
Se trata de un nuevo capítulo en la larga batalla jurídica iniciada por un grupo de residentes en zonas cercanas a la planta, que en 2014 demandaron a la eléctrica al considerar que ésta desestimaba el peligro real de un terremoto que pueda provocar un accidente grave en esta central.
Los reactores 3 y 4 de la central ubicada en la prefectura de Fukui (oeste) fueron reactivados después de superar los nuevos estándares en materia de seguridad impuestos por la Autoridad de Regulación Nuclear (NRA) tras el accidente de Fukushima en 2011.
En 2016, un tribunal local ordenó detener el funcionamiento de ambas unidades a raíz de la demanda ciudadana, en la primera decisión jurídica que frenaba la reactivación de una central tras el apagón nuclear posterior a la catástrofe atómica ocasionada por el terremoto y el tsunami que devastaron el noreste de Japón.
Ahora la justicia nipona ha dado luz verde a la planta tras tener en cuenta los argumentos de la operadora, que señaló el alto coste que supone mantener la central inoperativa o que «no existían fundamentos científicos» en contra de su funcionamiento, según el texto de la sentencia recogido por la agencia local Kyodo.
Kansai Electric podría proceder a poner en marcha los reactores 3 y 4 de la planta tras consultarlo con las autoridades locales, aunque no se espera que esto suceda a corto plazo debido a que la empresa retiró el combustible nuclear de los mismos a raíz de la larga batalla judicial.
La decisión de hoy ha sido criticada por organizaciones antinucleares y ecologistas niponas, entre ellas Greenpeace Japón, que expresó en un comunicado que el sistema legal japonés «es notoriamente favorable a la energía atómica» y «ha allanado el camino para una central cuyos riesgos ya han quedado probados».
Actualmente sólo hay activos tres de los 42 reactores de Japón en condiciones operativas, debido a que la oposición de ciudadanos y autoridades locales está obstaculizando la vuelta a la energía nuclear que promueve el Ejecutivo de Shinzo Abe.
Muchos de estos casos han derivado en contenciosos jurídicos que continúan en marcha y que retrasarán la reactivación de las centrales hasta que se agoten los procedimientos en todas las instancias. (EFE)
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