Antonio Hermosín / EFE
El secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson, apostó por un «nuevo enfoque» para frenar los avances armamentísticos de Corea del Norte en colaboración con Tokio y Seúl, y llamó a China a desempeñar un papel más activo en la futura estrategia.
Durante su visita a Japón, la primera parada de su gira asiática, Tillerson planteó un cambio de rumbo después de dos décadas en las que «los esfuerzos diplomáticos y de otro tipo para conducir a Corea del Norte a la desnuclearización han sido un fracaso», según dijo en una rueda de prensa celebrada en Tokio.
El jefe de la diplomacia de la Administración que lidera Donald Trump evitó perfilar detalles sobre el nuevo plan, aunque dejó entrever que es partidario de incrementar la presión sobre el régimen norcoreano y su aislamiento, más que de ofrecerle incentivos.
Tillerson señaló los 1.300 millones de dólares (1.212 millones de euros) entregados por Washington a Corea del Norte entre 1994 y 2002 como estímulo para tomar un camino diferente después de que Pyongyang se comprometiera a congelar su programa atómico, iniciativa «que tuvo como respuesta el desarrollo de más capacidades nucleares y más lanzamientos de misiles».
«Teniendo en cuenta que la amenaza (norcoreana) continúa su escalada, está claro que necesitamos un nuevo enfoque», destacó Tillerson tras reunirse con su homólogo nipón, Fumio Kishida, en su primera misión foránea desde que asumió el cargo, y que tras Tokio le llevará a Seúl y Pekín.
Este viaje muestra «la importancia estratégica» que la Administración Trump concede a sus aliados en Asia-Pacífico y se produce en un momento en que la situación de la seguridad en la región es «cada vez más desafiante», indicó Tillerson.
En el mismo sentido, adelantó que pedirá apoyo a China «para llevar a Corea del Norte a abandonar su programa nuclear» y en particular para aplicar «posibles nuevas medidas» con este fin, y expresó que Pekín «tiene un papel muy importante que jugar».
El gigante asiático «es una fuente principal de comercio y actividad económica de Corea del Norte, y tiene una clara posición a favor de su desnuclearización», subrayó Tillerson en alusión al apoyo chino a las últimas sanciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas contra Pyongyang.
Por su parte, el ministro nipón de Exteriores afirmó que las «repetidas provocaciones» del régimen Juché «han alcanzado un nuevo nivel» y añadió que Tokio ha aportado su opinión sobre la futura estrategia, sin dar más detalles al respecto.
Tokio continúa a la espera de conocer los planes de Washington, que apuntó anteriormente que contemplaba todas las opciones -incluida la vía militar- en la revisión de su estrategia ante Pyongyang, mientras en el archipiélago nipón crece la inquietud frene a los avances armamentísticos del país vecino.
El régimen que lidera Kim Jong-un realizó una veintena de test de misiles y dos ensayos nucleares el año pasado, y a comienzos de este mes probó otros cuatro proyectiles balísticos, uno de los cuales cayó a sólo 200 kilómetros de la costa nipona.
En Corea del Sur y China, los próximos destinos del secretario de Estado de EE.UU., Tillerson continuará «intercambiando puntos de vista» sobre la compleja tarea de lidiar con Corea del Norte.
Desde que asumió el cargo a principios de enero, el exejecutivo del gigante petrolero Exxon Mobil ha mantenido un bajo perfil en la Casa Blanca de un omnipresente Donald Trump decidido a dirigir la política exterior y que ha recortado poder al Departamento de Estado.
Al ser cuestionado sobre la reducción presupuestaria para este departamento del 28 % propuesta por Trump, Tillerson respondió que el nivel de gasto hasta la fecha «no era sostenible», durante la primera comparecencia en la que aceptó preguntas de los medios.
Descubre más desde International Press - Noticias de Japón en español
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
Be the first to comment