En 2015, los gobiernos de Japón y Corea del Sur llegaron a un histórico acuerdo para resolver de manera definitiva el tema de las esclavas sexuales. Japón se comprometió, entre otras cosas, a entregar mil millones de yenes (8,7 millones de dólares) a un fondo para ayudar a las víctimas y sus familias.
Más de un año después, el asunto parece lejos de solucionarse. Las estatuas de esclavas sexuales colocadas frente a misiones diplomáticas japonesas en Corea del ur son fuente de constantes fricciones.
Quien acaba de pronunciarse sobre la controversia es el ex secretario general de la ONU, el surcoreano Ban Ki-moon, quien ha rechazado la demanda de Japón de retirar las estatuas.
En declaraciones recogidas por la agencia Kyodo, Ban dijo que si los mil millones de yenes entregados por Japón están relacionados con la remoción de las estatuas, entonces se debería devolver el dinero a su remitente.
Para el hombre de 72 años que es voceado como candidato a la presidencia de Corea del Sur, no tendría sentido quitar las estatuas a cambio del aporte financiero de Japón.
Japón retiró a su embajador en Corea del Sur, Yasumasa Nagamine, y su cónsul general en Busan, Yasuhiro Morimoto, en protesta por la colocación de una estatua que simboliza a una esclava sexual en Busan el pasado 30 de diciembre.
Además, decidió suspender las conversaciones económicas de alto nivel con Seúl. (International Press)
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