El primer ministro japonés, Shinzo Abe, llamó el miércoles a «forjar una nueva nación» en 2017, año en el que se cumplen el 70 aniversario de la Constitución nipona, un documento que el jefe del Gobierno nipón trata de reformar desde hace tiempo.
«Ahora toca mirar al futuro, anticipando los próximos 70 años, y forjar una nueva nación», dijo Abe en declaraciones recogidas por la agencia Kyodo, tras su tradicional visita de Año Nuevo al santuario en Ise (centro).
«Nosotros, los japoneses, forjaremos (nuestro futuro) con nuestras propias manos. Ahora es cuando necesitamos el coraje (para hacerlo)», afirmó el jefe del Ejecutivo nipón, quien advirtió que el sino del país asiático «no lo definen otros».
Redactada por las fuerzas de ocupación estadounidenses tras la Segunda Guerra Mundial, la Constitución nipona prohíbe a Japón tener un ejército propio (en su lugar cuenta las llamadas Fuerzas de Autodefensa) y participar en operaciones en el extranjero, aunque sean misiones de paz bajo el mandato de la ONU.
El Ejecutivo de Abe ya logró aprobar en 2014 una reinterpretación del artículo 9 de la Constitución, que impedía al país el uso de la fuerza para resolver conflictos internacionales, y en 2015 sacó adelante un paquete legislativo con medidas para ejercer el llamado derecho a la «auto-defensa colectiva».
Esta reforma fue aprobada por la coalición gobernante entre protestas de la oposición y la ciudadanía por considerar que vulneraba el espíritu pacifista de la Carta Magna.
Sin embargo, la clara victoria lograda por el partido de Abe y sus socios en los comicios de la Cámara Alta de Japón el pasado julio allana el camino para su iniciativa de reformarla.
Durante su comparecencia ante los medios, Abe también refirió al esfuerzo de frenar la deflación que ha perdurado durante casi 20 años en el país asiático, y aseguró que la «máxima prioridad» de su administración en 2017 será la economía.
En cuanto al debate que gira en torno a la decisión del emperador Akihito de abdicar -para cuya consecución el Gabinete ha establecido un comité para diseñar una legislación especial que permita al jefe de Estado traspasar sus poderes sin enmendar la Constitución en ese ámbito-, Abe reiteró que este es «un asunto extremadamente serio y no se debe convertir en instrumento político».
Para que la Carta Magna nipona, promulgada en 1947, sea reformada se requiere una mayoría de dos tercios en las dos Cámaras y su aprobación en un referéndum. (EFE)
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