No, los japoneses no son trabajólicos por naturaleza. El “trabajolismo” es un hábito adquirido, no está en su ADN, afirma Asahi Shimbun.
Un chiste, que ha sido recogido en un libro, se mofa del estereotipo de los japoneses como trabajólicos.
Un japonés se traslada a una empresa estadounidense. Su jefe le dice:
«A partir de mañana, espero que trabajes seis días a la semana, 12 horas al día ¿Estás de acuerdo?».
Visiblemente sorprendido y molesto, el japonés responde: «Espere un minuto. He venido desde Japón, Ud. sabe. ¿Cómo es posible que me tratan de manera tan mezquina dejándome trabajar solo medio tiempo?».
Sin embargo, hay evidencias que muestran que el exceso de trabajo no es algo a lo que ellos estén naturalmente predispuestos.
Isamu Yamamoto y Sachiko Kuroda realizaron un estudio sobre los japoneses que se mudan a Europa. ¿Qué ocurre cuando se van a trabajar a un sitio donde la gente labora menos y se toma más días de descanso que en Japón?
Descubrieron que muchos japoneses que solían trabajar 60 horas a la semana en Japón redujeron en casi diez horas su tiempo de trabajo.
Otro hallazgo interesante: mientras más vivían en Europa y más amigos no japoneses tenían, se tomaban días libres con mayor frecuencia.
En un entorno donde se trabaja menos, los japoneses también trabajan menos. Es decir, pueden cambiar sus hábitos laborales.
A un día de acabar el 2016, Asahi dice que “es un tiempo para la reflexión, cuando debemos preguntarnos si hemos trabajado en exceso durante el año y sacrificado nuestra humanidad”. (International Press)
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