El exembajador de Japón en Perú, Morihisa Aoki (78 años), dijo al diario Mainichi que “las situaciones de pobreza y antagonismo social” que fomentan el terrorismo “no han cambiado hasta ahora”, al recordar los 20 años de toma de rehenes en Lima a manos del MRTA.
Junto a otras 71 personas, Aoki fue retenido durante 127 días por un comando del Movimiento Revoluvionario Túpac Amaru que tomó por asalto la residencia oficial del exembajador cuando el 17 de diciembre de 1996 se celebraba el cumpleaños del Emperador de Japón con 600 invitados.
Aoki sostuvo que el mensaje dado a los terroristas del mundo en aquel entonces estaba claro: “aunque provocaran este tipo de incidentes, nunca conseguirían nada”. El grupo izquierdista pedía la liberación de sus compañeros encarcelados, a lo cual el gobierno peruano se negó.
“Lo que veo hoy en el mundo, es que hay una cantidad indiscriminada de ataques terroristas, completamente diferentes del incidente ocurrido en Perú”, manifestó.
El exdiplomático recordó un comentario que le hizo un conocido antes de la toma de rehenes y que lo dejó muy impactado, en las noches en que se podía ver en las zonas pobres de Lima y en las residenciales “casas que brillaban con luces y casas totalmente a oscuras”.
En el régimen de Fujimori los impuestos estaban destinados a promover el desarrollo de la infraestructura sin embargo ocurrían problemas de desigualdad y exclusión para con los más pobres.
”Por esta hendidura entraron los terroristas (del MRTA). El desagrado y el odio que siente una persona que nace en un ambiente de desigualdad es el semillero del terrorismo, y eso no ha cambiado hasta ahora”, subrayó Aoki. (International Press)
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