La población de Japón en edad productiva (15-64 años) se redujo en alrededor de 3 millones en 2015 con respecto a 2005 debido a la decreciente tasa de natalidad.
El número de trabajadores en obras de construcción en 2015 fue de aproximadamente 3,3 millones, un 30 % menos que en el año pico de 1997. Los trabajadores menores de 30 años representaron solo el 10 % de la fuerza laboral
Cifras preocupantes que evidencian la escasez de trabajadores en Japón, carencia particularmente grave en la industria de la construcción y los restaurantes, revela Yomiuri Shimbun.
Empecemos con los segundos: es sumamente difícil para las cadenas de restaurantes asegurar un número suficiente de trabajadores para cubrir sus plazas.
Por ejemplo, la cadena Royal Host ha reducido el número de sus restaurantes que funcionan las 24 horas del día debido a la escasez de trabajadores. Y va a seguir haciéndolo: en enero suspenderá el servicio de 24 horas en dos locales en Tokio y Osaka.
Curry House CoCo Ichibanya ha subido el precio de su popular plato de kare de carne de cerdo a 484 yenes (4,2 dólares) en sus restaurantes en Tokio, medida que se extenderá a todo Japón.
¿Por qué? Para cubrir el aumento de los salarios por hora de sus trabajadores a tiempo parcial en un 4 % con respecto a diciembre del año pasado. Para retener a sus empleados tiene que pagarles más.
En Japón en octubre hubo cuatro ofertas de trabajo por cada solicitante de empleo, la cifra más alta en 25 años, según el gobierno.
Ahora bien, la proporción varía significativamente de acuerdo con el sector.
En puestos de trabajo relacionados con la seguridad (como guardias de seguridad), hubo más de seis empresas que ofrecían trabajo a un único solicitante de empleo. En servicios (como restaurantes), hubo más de tres vacantes por cada persona buscando trabajo.
Sin embargo, para el trabajo de oficina, por ejemplo, hubo una oferta de empleo por cada tres solicitantes. Hay trabajos que los japoneses quieren y otros no.
Yomiuri recuerda que a la industria de construcción la ha acompañado durante mucho tiempo la reputación de ofrecer trabajos conocidos como las «3K»: kitsui, kitanai y kiken (duro, sucio y peligroso).
Las empresas del sector están preocupadas por el futuro. Escasea la gente joven.
Y probablemente seguirá escaseando. El sector industrial está asociado a unas 3K que no son exactamente las anteriores: ahora son “kitsui» (duro), «kyuryo ga yasui» (salarios bajos), y «kyujitsu ga sukunai» (menos días de descanso).
En estos tiempos críticos, las personas de avanzada edad juegan un rol cada vez más importante para cubrir o paliar la escasez de mano de obra.
En septiembre del año pasado, la cadena de restaurantes Skylark elevó la edad obligatoria de jubilación de sus trabajadores de 60 a 65 años. Además, los empleados que han cumplido 65 pueden trabajar hasta los 70.
La empresa no se preocupa por la edad de sus empleados, siempre y cuando estén sanos y tengan ganas de trabajar.
La experta en asuntos laborales, Kuniko Usagawa, declara a Yomiuri que muchos ancianos y mujeres desean trabajar si las horas de trabajo diarias son cortas. Por ello, las empresas deben ofrecer condiciones de trabajo más flexibles.
¿Y los extranjeros? El diario japonés menciona a los estudiantes extranjeros, cada vez más solicitados por las empresas. Sin embargo, la ley impone restricciones: pueden trabajar como máximo 28 horas a la semana. (International Press)
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