Un nuevo museo centrado en el maestro grabador nipón Hokusai abrió el martes sus puertas en Tokio, entre cuyas principales atracciones se encuentra una gigantesca obra del autor hallada recientemente tras haber estado desaparecida durante casi un siglo.
El museo se ubica en el distrito de Sumida, uno de los que integran el llamado «shitamachi» (la ciudad antigua) de Tokio, donde Katsushika Hokusai (1760-1849) nació y residió la mayor parte de su vida, y exhibe algunos de sus ukiyo-e (grabados) más icónicos o una recreación del estudio donde trabajaba.
Entre las piezas de la colección permanente destaca el grabado «Sumidagawa ryogan keshiki zukan» («Vistas de ambas orillas del río Sumida»), un pergamino de más de seis metros de largo adquirido por el museo después de que se le perdiera el rastro en 1902 tras ser subastado en París.
En 2008, 96 años después, reapareció en una casa de subastas de Reino Unido y fue comprado por un coleccionista japonés que vendió la pieza a la autoridad del museo por un precio aproximado de 150 millones de yenes (1,27 millones de euros).
La pintura, datada en 1805, muestra el Sumida, el río más emblemático de la capital nipona, desde el puente de Ryogoku y también estampas del «distrito rojo» de Yoshiwara.
Entre las otras 120 piezas exhibidas en el museo también está el icónico grabado «La gran ola de Kanagawa», que forma parte de la serie «Treinta y seis vistas del monte Fuji», en la que retrata a la mayor montaña de Japón desde diferentes perspectivas.
Asimismo, se muestran esbozos y dibujos para ilustrar el proceso creativo del artista nipón, considerado uno de los mayores exponentes de la técnica «nishiki-e» o impresión xilográfica japonesa empleando diferentes colores y degradados.
El recinto, diseñado por el arquitecto nipón Kazuyo Sejima, cuenta con cinco plantas y más 3.000 metros cuadrados para exhibiciones, tras adquirir fondos de algunas de las colecciones privadas de Hokusai más importantes del mundo. (EFE)
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