El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, inició hoy su primera visita oficial a Argentina con un desayuno privado de trabajo con autoridades del país suramericano y con un encuentro con la comunidad nikkei (inmigrantes nipones y sus descendientes) de Buenos Aires.
Unas 1.000 personas se congregaron a primera hora de la mañana en el Centro Okinawense de Argentina, donde pudieron saludar al primer ministro y a su esposa y hacerse una foto con ellos.
«Buenos Aires es una ciudad de la que tengo un recuerdo emocionante, ya que aquí se decidió que Tokio sería la sede de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2020. Desde entonces deseaba fuertemente venir a Argentina», confesó el primer ministro durante su discurso.
Abe pidió a la comunidad nikkei que siga siendo «un puente de unión» entre Japón y Latinoamérica, y aseguró que es un «orgullo» para su país «la sólida confianza que lograron» en Argentina, a pesar de que también tuvieron que atravesar «muchas dificultades».
«Japón y Argentina se encuentran en los dos extremos del planeta pero el vínculo que los une es eterno», subrayó el primer ministro.
Abe se mostró feliz por que en los últimos años en Argentina haya crecido el interés por estudiar japonés y anunció una donación de equipos médicos para las instituciones de la comunidad nikkei.
«Haré todo lo que pueda para que ustedes se sientan orgullosos de nuestro Japón», prometió. (EFE)
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