Unas 2.800 personas continúan evacuadas en el oeste de Japón tras el terremoto de magnitud 6,6 en la escala de Ritcher que sacudió el viernes la zona, donde se han registrado desde entonces cientos de réplicas.
Las autoridades locales comenzaron a enviar suministros de ayuda como comida y mantas a las personas afectadas, informó la agencia Kyodo.
Unas 2.800 personas permanecían en refugios en la prefectura de Tottori, la más afectada, mientras que varios vecinos tuvieron que dormir en sus coches, revelaron las autoridades locales.
El seísmo, que se produjo a las 14.07 hora local (05.07 GMT) del viernes, dejó unos 20 heridos y causó el derribo parcial de más de unos 160 edificios.
La Agencia Meteorológica nipona ha revelado que se ha seguido registrando una alta actividad sísmica en la zona y ha advertido de que existe el riesgo de «nuevos terremotos de intensidad similar» durante la próxima semana.
Este organismo dijo además que el viernes se registraron más de 100 temblores de intensidad superior a 1 en la escala japonesa tras el fuerte seísmo.
Japón se asienta sobre el llamado anillo de fuego, una de las zonas sísmicas más activas del mundo, y sufre terremotos con relativa frecuencia por lo que las infraestructuras están especialmente diseñadas para aguantar estos movimientos telúricos. (EFE)
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