El “no” se impone por un estrecho margen
Los simpatizantes del acuerdo de paz alcanzado por el Gobierno colombiano y las FARC quedaron hoy hundidos tras la virtual victoria del «no» en el plebiscito celebrado este domingo en Colombia.
Centenares de personas se habían reunido en la céntrica Plaza de los Hippies de Bogotá para seguir en una pantalla gigante el recuento del plebiscito y estallaron en lágrimas cuando comenzó a consolidarse la victoria del «no».
Con el 99,74 % de las mesas escrutadas, el «no» gana el plebiscito con el 50,23 % de los votos, contra el 49,76 % obtenido por el «sí».
Los concentrados en la plaza portaban banderas blancas y de Colombia que dejaron de ondear conforme avanzaban los votos por el «no» y se multiplicaban los lamentos.
Esa plaza se había convertido en un punto de encuentro para los partidarios del «sí» desde hace meses y allí se reunieron para festejar varios de los grandes hitos del proceso de paz.
El pasado 24 de agosto, cuando los jefes de los equipos negociadores, Humberto de la Calle, del Gobierno; y Luciano Marín Arango, alias «Iván Márquez», de las FARC; rubricaron el acuerdo la Plaza de los Hippies estalló en alegría.
Muchos de ellos se concentraron también el pasado 26 de septiembre pero en la céntrica Plaza de Bolívar de Bogotá para festejar la firma solemne del acuerdo de paz en Cartagena de Indias por parte del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y el número uno de las FARC, Rodrigo Londoño.
Esa felicidad se transformó hoy en lágrimas incluso entre algunos periodistas que se habían reunido en la Plaza de los Hippies.
En el cercano Hotel Tequendama, donde la campaña por el «sí» esperaba celebrar la victoria hoy, el ambiente se reprodujo de manera mimética.
Allí se multiplicaron las caras largas en un ambiente serio más que triste, aunque algunos de los presentes también derramaron lágrimas.
El salón en el que estaban convocados los simpatizantes continúa prácticamente lleno con unas 200 personas, esperando un pronunciamiento de Santos, pero varios medios internacionales han comenzado a abandonar el lugar. (EFE)
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