Una escritora acude al rescate de un salaryman
M es un salaryman cuarentón y divorciado que le tiene pavor a la soledad. “Cuando me imagino a mí mismo no teniendo con quien hablar después de jubilarme, se me hiela la sangre”, escribe a Yomiuri Shimbun en una sección que el diario japonés dedica a absolver consultas de sus lectores.
El hombre, que reside en Saitama, quiere casarse, pero no encuentra con quién. Dice que hace cinco años se registró en una agencia matrimonial, pero ningún intento de enlace ha funcionado.
El personal de la agencia le dice que no debería tener problemas para encontrar pareja ya que es bien parecido y sus ingresos son aceptables (como si todo fuese cuestión de dinero o apariencia, en fin).
¿El divorcio fue una liberación para él? No, todo lo contrario, dice que lo hizo pedazos. M no disfruta de las licencias que concede la soltería. Él quiere estar casado. Cuenta que no es el tipo de hombre que busca a sus amigos para reunirse y divertirse.
El salaryman dice que cada vez está más desmoralizado y que la soledad está comenzando a afectar su trabajo. “Es como si hubiera caído en un agujero negro. ¿Cómo puedo salir de esta situación?”, pregunta.
La escritora Hazuki Saisho le responde a través de Yomiuri. Ella cree que M finalmente encontrará la mujer que está buscando. El problema, sin embargo, no es ese, sino que él está “demasiado obsesionado con la idea de casarse”.
Sí, es comprensible que esté cansado después de cinco años de búsqueda infructuosa. La solución, para ella, es tomar el camino inverso. “Le sugiero que deje la búsqueda de una esposa por el momento”.
Para Saisho, M debe ocuparse en otras cosas para liberarse de su excesiva preocupación por casarse.
“Estamos programados para mantenernos en movimiento”, dice ella. ¿Qué aconseja la escritora? Lea, vea películas, coma bien, haga ejercicios, sude, manténgase activo. Llene su día con quehaceres y entretenimientos.
Ya llegará la mujer esperada, y para cuando ello ocurra encontrará -según Saisho– a un hombre “encantador y lleno de energía”. (International Press)
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