La central de Monju se encuentra actualmente inactiva
El Gobierno de Japón planea desmantelar la central de Monju, que aloja el único reactor rápido del país y actualmente se encuentra inactiva, tras estimar que su reapertura requeriría una ingente cantidad de fondos estatales.
El ministro portavoz del Ejecutivo nipón, Yoshihide Suga, se ha unido a las deliberaciones sobre el cierre permanente de la central, que cuenta con un amplio historial de problemas de seguridad, según indicaron hoy fuentes cercanas al asunto a la agencia local Kyodo.
El cierre de la planta supondría un cambio significativo en la política nacional de reciclado de combustible nuclear, en la que Monju juega un papel clave.
Japón había depositado grandes esperanzas en su reactor rápido enfriado por sodio -perteneciente a los reactores de IV generación, un conjunto de diseños en fase de investigación-, ya que este modelo produce más plutonio del que consume, una solución potencial a la escasez de recursos energéticos del país asiático.
El Gobierno ha intentado encontrar una entidad que se encargue del reactor diferente a la actual, la Agencia de Energía Atómica de Japón (JAEA), siguiendo una recomendación de la Autoridad de Regulación Nuclear de Japón (NRA) de noviembre de 2015 en la que se sugería también el desmantelamiento como alternativa.
En cualquier supuesto (desmantelamiento o reactivación), sería necesaria una elevada suma de dinero.
Se estima que desmantelar la planta costaría unos 300.000 millones de yenes (2.620 millones de euros/2.930 millones de dólares), y sólo el coste de mantenimiento anual de la central es de 20.000 millones de yenes (174 millones de euros/195 millones de dólares).
La seguridad nuclear es un tema especialmente sensible en Japón desde la crisis nuclear de Fukushima de marzo de 2011, el peor accidente nuclear desde el de Chernóbil (Ucrania) en 1986.
El reactor rápido enfriado por sodio de Monju ha sido escenario de varios accidentes desde que comenzó a funcionar en 1995. (EFE)
Be the first to comment