“Un avance así puede generar preocupación”, dice gobernador del Banco de Japón
El gobernador del Banco de Japón (BoJ), Haruhiko Kuroda, alertó acerca del posible impacto negativo sobre la economía nipona de la fortaleza del yen después de que el dólar alcanzara su mínimo en 22 meses frente a la divisa japonesa.
«Es cierto que un avance así puede generar preocupación por sus efectos desfavorables sobre la economía nacional y sobre las futuras tasas de inflación», afirmó Kuroda en rueda de prensa, al término de la reunión mensual sobre política monetaria del banco central nipón.
En esta reunión, el BoJ decidió mantener intacto su programa de estímulo en un momento marcado por la incertidumbre en torno al referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea (UE), y pese a la continuada tendencia alcista del yen -que perjudica a las exportaciones- y la debilidad del consumo actuales.
La cotización a la baja del dólar en el mercado tokiota se agudizó tras conocerse la decisión del BoJ, lo que llegó a dejar el precio del «billete verde» en el nivel de los 103 yenes por primera vez desde agosto de 2014.
Kuroda también se refirió a la inquietud que genera el «brexit» en los mercados, un factor que también ha contribuido al alza del yen como divisa «refugio» y al desplome que sufrió la Bolsa de Tokio, del 3,05 por ciento.
«Estamos siguiendo de cerca las evoluciones sobre el referéndum británico, y mantenemos contacto permanente con los bancos centrales europeos sobre el tema», añadió el gobernador del BoJ.
Preguntado sobre la necesidad de medidas de estímulo adicionales, Kuroda recalcó que el recorte de tipos de interés aplicado por el banco central nipón en marzo «todavía debe dar sus efectos de forma progresiva».
La bajada de tipos de interés hasta un referencial negativo (del -0,1 por ciento), según dijo, debería servir para promover el gasto en capital de las empresas niponas y las inversiones inmobiliarias.
Algunos expertos señalan la necesidad de nuevas medidas por parte del BoJ para dar un nuevo impulso a la tercera economía mundial, debido a la previsible caída de las ganancias corporativas a raíz de la apreciación del yen y sus efectos negativos sobre la inflación. (EFE)
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