Primer documento aprobado que exige su expulsión desde que Japón recuperó Okinawa
Las autoridades y la población de Okinawa parecen haber llegado a su límite. El asesinato de una joven okinawense a fines de abril, cometido por un exsoldado estadounidense, fue la gota que derramó el vaso. Eso explica la dureza de la resolución aprobada por la asamblea prefectural de Okinawa el jueves.
Si hubiera que definir el tono y contenido de la declaración en una frase, habría que recurrir a la que utiliza el diario Asahi Shimbun: “Marines de Estados Unidos, ¡fuera de aquí!”.
Es la primera vez desde que Japón recuperó la soberanía de Okinawa en 1972 (bajo control de Estados Unidos desde el fin de la II Guerra Mundial) que se aprueba una resolución que exige el retiro de los marines estadounidenses de la prefectura.
Un miembro de la asamblea explicó que debido a “la terrible naturaleza del crimen” nadie habría quedado satisfecho si hubieran hecho peticiones similares a las del pasado. Por tal motivo, han llegado el extremo de pedir la expulsión de los marines.
«La mortificación y la tristeza de los miembros de la familia en duelo no conoce límites”, dice la declaración, que también hace referencia a la indignación de los okinawenses.
Los asambleístas también exigen una revisión integral del acuerdo entre Japón y Estados Unidos que otorga a un tratamiento jurídico preferencial al personal militar y empleados civiles de bases militares que cometen delitos en Japón.
El documento cuestiona la eficacia de las medidas tomadas para impedir nuevos delitos por parte del personal militar o empleados civiles de Estados Unidos. (International Press)
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