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Casa Blanca insiste en aclaración para evitar malentendidos
La Casa Blanca, a través de un vocero, subrayó que interpretar la visita del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a Hiroshima como una disculpa por los ataques atómicos a Japón durante la II Guerra Mundial es un error.
El secretario de prensa, Josh Earnest, buscaría con esta aclaración disipar o atenuar el rechazo que la visita de Obama podría generar entre los estadounidenses que justifican los bombardeos atómicos para poner fin a la guerra, según la agencia Kyodo.
El vocero de Washington se abstuvo de comentar si el presidente Harry Truman actuó correctamente al ordenar el lanzamiento de una bomba atómica sobre Hiroshima el 6 de agosto de 1945 y de otra sobre Nagasaki tres días después. Japón se rindió seis días después.
«El presidente Truman se centró en poner fin a una guerra terrible, y tomó esta decisión plenamente consciente de las probables pérdidas humanas», dijo.
Se estima que para fines de 1945, 140.000 personas habían fallecido en Hiroshima y 74.000 en Nagasaki como consecuencia de las bombas atómicas.
Así como Earnest declinó juzgar la decisión de Truman, es probable que Obama también se abstenga de emitir juicios sobre ella.
El consejo de seguridad de la Casa Blanca, Ben Rhodes, dijo que Obama, en vez de mirar hacia el pasado, ofrecerá una visión de futuro, reafirmando su compromiso de “perseguir la paz y la seguridad de un mundo sin armas nucleares».
El anuncio de la visita ha sido recibido con beneplácito por las autoridades japonesas y los supervivientes de los ataques atómicos. Existe un consenso en destacar que no se busca una disculpa de Obama, sino que su histórica presencia en Hiroshima sirva para fortalecer la construcción de un mundo sin armas nucleares.
Rhodes resaltó que «Estados Unidos tiene una responsabilidad especial para seguir liderando la búsqueda de ese objetivo puesto que somos el único país que ha utilizado un arma nuclear». (International Press)
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