El acto sexual siempre va asociado al orgasmo y las sensaciones placenteras que produce. Pero, ¿se han puesto a pensar alguna vez en las relaciones sexuales como una fuente de energía o una manera de proteger nuestra salud?.
Atracción o química
La acción de las feromonas (sustancias químicas excretadas por la piel) han sido demostradas en mamíferos y demás especies. En los humanos se ha encontrado una estructura sensorial que al ser expuesta al sudor de otras personas produce alteraciones hormonales (según publicación en Nature de 1998), lo que explicaría la atracción química o la silenciosa química sexual entre las personas y el hecho que las feromonas excretadas como mecanismo de atracción, sí existe entre los humanos.
Afrodisiacos
Nombre en honor a Afrodita, diosa griega del amor, del sexo y la belleza. El folclore popular atribuye efectos afrodisiacos a todos los alimentos o bebidas que causan en el organismo efectos similares a los alcanzados durante el acto sexual, que provocan el deseo sexual, o que tienen forma parecida a los genitales, como el ají, ostra, caviar, langosta, camarones, carnes rojas, ajo, pepino, cebolla, zanahoria, condimentos, plátano, chocolate, alcachofa, espárrago, uvas, huevo, miel, café, maní, fresa y diferentes tipos de alcohol, aunque estos últimos limitan las inhibiciones y estimulan, pero disminuyen la potencia sexual.
Zonas erógenas
En la mujer la respuesta al estímulo sexual está repartido por igual entre los genitales, mamas, pezones, cuello, orejas y muslos. En el hombre casi toda la respuesta al estímulo sexual se encuentra concentrada en los genitales. Esta diferencia hace que leves estímulos en la zona genital logren una gran erección y disposición sexual, mientras que en la mujer los estímulos deben ser generosamente divididos entre todas las zonas erógenas si es que se pretende alcanzar el mismo grado de excitación y disposición sexual que el hombre.
Respuesta sexual
En la fase de excitación, aumenta la frecuencia cardiaca, presión arterial, frecuencia respiratoria y tono muscular. Existe pérdida de control. Hay lubricación de genitales, erección de los pezones y clítoris, erección del pene y enrojecimiento general. En la fase de orgasmo, hay contracciones musculares generalizadas, cambios en el estado de conciencia de intensidad variable, contracciones rítmicas de la musculatura pélvica y eyaculación. En la fase de resolución, disminuye la frecuencia cardiaca, la presión arterial, la frecuencia respiratoria y el tono muscular. Desaparece el enrojecimiento. El clítoris, pene y testículos disminuyen de tamaño. Se reduce la sensibilidad a estímulos sexuales en el hombre, la mujer puede pasar a otro periodo de excitación.
Menos calorías
Hace pocas semanas vimos que toda actividad física consumía calorías, y este consumo dependía de 3 variables: peso, tiempo e intensidad. Así, un hombre de 70 Kg. y una mujer de 60 Kg. que tienen relaciones sexuales en forma muy animada, van a consumir 112 y 90 calorías respectivamente.
Beneficios del sexo mañanero
Diversos estudios concluyen que una buena sesión de sexo por la mañana ayuda a mantener una buena salud, ya que el buen estado de los órganos en general se ve estimulado, al igual que las hormonas, lo que previene enfermedades y mantiene un ánimo optimista.
Según un estudio de la universidad Reina de Belfast, tener relaciones sexuales 3 veces por semana, en las primeras horas de la mañana es saludable por lo siguiente:
1) Disminuye el riesgo de ataque al corazón.
2) Mejora la circulación.
3) Reduce la presión arterial.
4) Alivia la migraña.
5) Alivia la artritis.
6) Aumenta la testosterona y los estrógenos, lo que previene la osteoporosis.
7) Por las mismas hormonas, la piel y el cabello se volverán más suaves y brillantes.
8) Aumenta el tono muscular.
9) Menos riesgo de diabetes.
10) Sexo 3 veces/semana incrementa la Ig A, que es un anticuerpo que nos protege de las infecciones. (International Press)
*Dr. Raul Ortega, Ph.D.
Medicina Reproductiva.
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