Sin embargo, Gobierno de Japón no cambiará su «política de reactivar centrales nucleares»
Andrés Sánchez Braun / EFE
Un tribunal nipón ordenó el miércoles detener por cuestiones de seguridad una central nuclear que acababa de ser reactivada, en un momento marcado por el recuerdo del desastre de Fukushima, del que se cumplirán exactamente cinco años esta semana.
Una corte del distrito de Otsu (oeste) ha dado la razón a una demanda interpuesta por un grupo de particulares que considera que el funcionamiento de la planta de Takahama supone un peligro para la región porque ésta podría sufrir un accidente como el de 2011.
En su escrito, el tribunal pone en duda las medidas dispuestas por la empresa operadora, Kansai Electric Power, para hacer frente a un incidente grave en el recinto.
La compañía eléctrica ha dicho que acatará la orden, de cumplimiento obligatorio e inmediato.
Es la primera vez que una corte nipona ordena detener una instalación que ha sido reactivada después de que la Autoridad de Regulación Nuclear (NRA) aseverara que cumple los requisitos de seguridad más estrictos impuestos para evitar otro desastre como el provocado por el terremoto y tsunami del 11 de marzo de 2011.
La reactivación de esta planta de la prefectura de Fukui (oeste) ha estado rodeada de polémica.
Un tribunal de esta misma prefectura ya prohibió el año pasado su puesta en funcionamiento tras otra demanda ciudadana, aunque el mismo juzgado se desdijo en diciembre después de que la NRA certificara que era segura.
A continuación, Kansai Electric puso en funcionamiento las unidades 3 y 4 los pasados 29 de enero y el 26 de febrero, aunque este segundo reactor entró tres días después en parada automática tras detectarse una sobretensión eléctrica.
La propia unidad 4 había sufrido además días antes una fuga de refrigerante cuando se preparaba su puesta en marcha.
Además de las dos demandas ciudadanas mencionadas, existen varios requerimientos más pendientes de resolución en distintos tribunales del país que pretenden evitar que funcionen ésta y otras centrales nucleares.
La decisión del Gobierno nipón de volver a reactivar la energía nuclear para impulsar la economía nacional es rechazada, según las encuestas, por la mitad de los japoneses, que no quieren que se repita un calamitoso escenario como el de Fukushima.
Tras conocerse la orden judicial, el ministro portavoz del Gobierno, Yoshihide Suga, insistió en que el Ejecutivo del primer ministro, Shinzo Abe, no tiene intención de cambiar su «política de reactivar centrales nucleares» y que sigue confiando plenamente en la normativa y en el criterio de la NRA.
Por su parte, Kansai Electric consideró que el tribunal ha malinterpretado las condiciones en las que opera la planta y que, pese a respetar la orden, no la considera «aceptable de ninguna de las maneras» por lo que pondrá en marcha cuanto antes el proceso para recurrir la decisión.
Después de un apagón nuclear que duró dos años a raíz de lo sucedido en Fukushima, de refundar el organismo regulador y de aprobar un marco normativo más estricto en materia de seguridad, el año pasado Japón reactivó los reactores 1 y 2 de la central de Sendai (suroeste).
Con la parada de Takahama, que había sido la segunda planta del país en volver a funcionar, solo dos de los 43 reactores que hay en el archipiélago nipón en condiciones operativas permanecerán activos.
La orden para suspender las operaciones en esta planta llega apenas dos días antes de que Japón conmemore el quinto aniversario del seísmo y el tsunami que devastaron el noreste del país dejando más 18.000 muertos y desaparecidos y provocando en Fukushima la peor catástrofe atómica desde la de Chernóbil (Ucrania) en 1986.
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