Antiguas esclavas sexuales protestan por acuerdo militar con Japón
Un grupo de ancianas filipinas, conocidas como «mujeres de consuelo» que fueron forzadas a la esclavitud sexual por soldados japoneses durante la Segunda Guerra Mundial, se manifestó ante la Embajada nipona en Manila contra el acuerdo militar firmado entre Filipinas y Japón.
Las mujeres afirman que el pacto, por el que el Gobierno japonés trasladará equipos y tecnología militar a territorio filipino, aumenta la tensión en el Mar de China Meridional, una zona que se disputan varios países, entre ellos China.
«El acuerdo para equipar a Manila con material de guerra puede aumentar la tensión con China, lo que puede convertirse en otra guerra de bombas, saqueos y violaciones», dice en un comunicado la organización Lila Pilipina, que agrupa a estas mujeres.
«La gente pacífica de Asia debe alzarse y unirse contra el descarado renacimiento del poderío armamentístico de Japón», asegura en el texto la directora ejecutiva de Lila Pilipina, Richie Extremadura.
El acuerdo de defensa entre Tokio y Manila se produce en un momento de elevada tensión por las disputas territoriales en el Mar de China Meridional que enfrenta a China con Filipinas, Vietnam, Brunei, Malasia y Taiwán.
Pekín reclama prácticamente en su totalidad las islas del Mar de China Meridional y los derechos de navegación en un espacio que es estratégico para garantizar la comunicación marítima entre el Índico y el Pacífico y que se cree alberga petróleo y gas en el subsuelo.
Pese a las repetidas quejas de los países implicados en el conflicto, China ha aprovechado varios atolones y creado islas artificiales en zonas en disputa para construir infraestructuras de uso militar, incluido el despliegue de misiles tierra-aire.
EEUU se ha declarado neutral en este conflicto pero ha criticado abiertamente las actividades de Pekín en el Mar de China Meridional.
A finales de 2015, la Marina estadounidense hizo pasar un destructor y aviones cerca de una de las islas donde China realiza obras de infraestructura. (EFE)
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