1 de cada 13 japoneses se considera a sí mismo lesbiana, gay, bisexual o transexual
Koyuki Higashi, una mujer de 30 años que reside en Tokio, y su novia aparecieron en todos los medios japoneses la semana pasada tras recibir en Shibuya el primer certificado en Japón que reconoce la unión de personas del mismo sexo como equivalente al matrimonio.
Un paso significativo en una sociedad en la que uno de cada trece japoneses se considera a sí mismo lesbiana, gay, bisexual o transexual (LGBT), según la compañía Dentsu.
Un sector de la población que representa 6 billones de yenes (49.400 millones de dólares) en consumo, un enorme mercado que cada día crece, revela el diario Nikkei.
Como bien explica Ayaka Asami, investigadora de Dentsu: «El tiempo en que se apuntaba solo al mercado LGBT por su poder de compra ya ha terminado en Japón. El poder adquisitivo de los heterosexuales que apoyan a la comunidad LGBT está ampliando el mercado».
Obviamente, las empresas no están desaprovechando la coyuntura.
Los usuarios LGBT de SoftBank pueden registrar a sus parejas para el programa de descuento familiar que ofrece el operador de telefonía móvil.
La compañía de seguros Lifenet ya anunció la expansión de su servicio a parejas del mismo sexo.
Un estudio realizado por el Centro de Investigación Pew en 2013 reveló que para el 83% de los japoneses de 18 a 29 años «la homosexualidad debe ser aceptada», una proporción superior a las registradas en Reino Unido (79 %), EE. UU. (70 %), Corea del Sur (71 %) y China (32 %).
Sin embargo, pese a este clima de mayor tolerancia social, Naoto Hiraki, una mujer transexual, asegura: “La sociedad (japonesa) aún está lejos de aceptar verdaderamente a las personas como nosotras en el ámbito nacional e individual».
No hay protección específica legal para las personas homosexuales, o apoyo financiero para la cirugía requerida por las personas transexual, subraya Nikkei. Por ejemplo, Hiraki pagó 1,2 millones de yenes (9.800 dólares) por su cirugía para transformarse en mujer y cambiar oficialmente su género.
En el caso de Lifenet, una pareja del mismo sexo tendrá que pagar 1,2 millones de yenes en impuesto de sucesión para recibir un pago de 10 millones de yenes (81.000 dólares) para una póliza de seguro de vida. Una pareja heterosexual no tiene que pagar ningún impuesto. (International Press)
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